(Foto por Félix Guayciba)
Reseña por: Yadira Maldonado Guindín
El esenario del Coca Cola Music Hall se iluminó con la presencia de Christopher Cross, un ícono del soft rock cuya carrera ha dejado una marca indeleble en la música desde finales de los años 70. Con su característico estilo melódico y letras introspectivas, Cross ofreció una velada inolvidable para sus seguidores en Puerto Rico, quienes fueron transportados a través de los éxitos que definieron una era.
Christopher Cross, nacido el 3 de mayo de 1951 en San Antonio, Texas, comenzó su carrera musical como parte de una banda local antes de lanzar su carrera como solista. Su álbum debut homónimo de 1979 lo catapultó a la fama, obteniendo cinco premios Grammy, incluido el prestigioso Álbum del Año. Desde entonces, Cross ha lanzado múltiples álbumes y ha mantenido una base de fans leal, gracias a su habilidad para mezclar melodías suaves con letras evocadoras.
Esta noche fue un recorrido por los temas más destacados de su carrera. Su éxito “Sailing” fue una de las mejores interpretaciones la cual encapsula la serenidad que Cross ha sabido capturar en su música. El público también pudo disfrutar de “Minstrel Gigoló” uno de sus temas más enérgicos, que contó con la participación de sus músicos de respaldo, todos ellos virtuosos en sus respectivos instrumentos.
Durante la presentación, Cross compartió historias sobre la creación de sus canciones, incluyendo “Arthur’s Theme (Best That You Can Do)” tema principal de la película Arthur por la cual ganó un Oscar a la Mejor Canción Original. La interpretación de esta pieza fue uno de los puntos culminantes de la noche, con el público acompañando cada palabra del coro.
El escenario del Coca Cola Music Hall se convirtió en un espacio íntimo, donde las luces y los efectos visuales realzaron la atmósfera creada por la música de Cross. Las proyecciones de paisajes y escenas marítimas complementaron perfectamente los temas de sus canciones, especialmente durante la interpretación de “Never Be the Same” una balada que resonó profundamente entre los asistentes.
A lo largo de su carrera, Christopher Cross ha demostrado ser un maestro en la creación de canciones que trascienden generaciones. Su habilidad para mezclar influencias del pop, jazz y rock lo han convertido en una figura única dentro del panorama musical. Este concierto en Puerto Rico no fue la excepción, dejando una impresión duradera en aquellos que tuvieron la oportunidad de asistir.
La capacidad de Christopher para conectar con el público, a través de canciones que han resistido la prueba del tiempo, subraya las razones de continuar siendo una figura respetada y admirada en la música contemporánea. Puerto Rico fue testigo de un evento excepcional, que reafirma el legado de Cross como uno de los grandes del soft rock.