Reseña por: Yadira Maldonado Guindín
La icónica banda Evanescence, liderada por Amy Lee, realizó su esperado regreso a Puerto Rico después de casi 13 años de ausencia. Logrando sold out en el Coliseo José Miguel Agrelot y permitiendo a sus fanáticos puertorriqueños disfrutar al máximo de una noche de metal rock. La agrupación conocida por sus poderosas melodías y letras profundas, han sido un pilar en la escena musical desde su formación en 1995, desde entonces han influenciado a millones de fanáticos en todo el mundo con su música única.
Esta producción de R&M Entertainment hizo posible que la fanaticada del rock en Puerto Rico disfrutara de una de las mejores bandas estadounidenses de rock. Eventos de los cuales sus fieles seguidores disfrutan fielmente al máximo.
El preámbulo de la noche lo fue la presentación de la banda Holy Wars, quienes con un increíble repertorio encendieron los motores para lo que fue una noche memorable.
Al apagarse las luces del escenario se hizo sentir la energía en cada rincón del lugar, pero fue épico la euforia que se sintió en el lugar al hacer aparición cada uno de los integrantes de la agrupación y sobre todo escuchar la irremplazable voz de Amy Lee.
La apertura del concierto estuvo a cargo de los temas “Broken Pieces” y “Made Of Stone” provocando que todo el coliseo se pusieran de pie. El concierto atrajo a una multitud diversa que abarcaba todas las generaciones que siguen a la banda en diferentes facetas de su trayectoria.
El Choliseo vibraba con la energía y emoción mientras Evanescence interpretaba sus éxitos. Cada integrante de la banda estaba al máximo entregándolo todo en cada canción con una pasión magnética. Las luces, el sonido y la presencia en el escenario complementaron perfectamente las poderosas letras de las canciones, llevando al público vivir cada canción y unirse a corear sus grandes éxitos.
Las canciones de Evanescence resonaron profundamente con cada segmento de la audiencia desde los clásicos como “Bring Me to Life” y “My Immortal” hasta las más recientes como “Wasted on You” y “Use My Voice”. La habilidad de Amy Lee para transmitir emoción pura a través de su voz cautivó a los presentes, creando una experiencia inolvidable para todos.
El impacto de esta gran banda quedará de manera perdurable en la música al pasar de los años como lo han logrado al presente. Evanescence demostró las razones por la cual continúan siendo queridos después de todos estos años sin presentarse en la Isla del Encanto.
El cariño de esta banda por el público puertorriqueño quedó plasmado en la memoria de los presentes. Amy Lee dejó saber a la multitud en cada momento su agradecimiento por el apoyo inquebrantable de Puerto Rico.
El repertorio musical de la noche estuvo a cargo de “Sweet Sacrifice”, “Yeah Right”, “Taking Over Me”, “The Game is Over”, “Ordinary Worlds”, “My Heart is Broken”, “Wasted”, “The Change”, “The End of the Dream”, “Going Under”, “Better With Out You”, “Sorber”, “Imaginary”, “Use My Voice” y “Blind Belief”.
La conexión entre la banda y su público era evidente en cada canción, pero indiscutiblemente el cierre del concierto fue magistral con los temas “My Immortal” y “Bring Me to Life” los cuales resonaron en el corazón y cada fibra de los fanáticos.
Este concierto sin lugar a duda, fue más que un simple espectáculo; fue una celebración de la música que ha tocado tantas vidas a lo largo de los años. La agrupación demostró su capacidad para emocionar y entusiasmar a todas las generaciones, dejando claro que su legado perdurará por siempre.
¡Los esperamos pronto de regreso en la Isla del Encanto!
(Fotos de Félix Guayciba)