La última presentación del 2023 se realizó en Moneró Café Teatro en el CBA de Caguas
Por: Amarilis Cintrón López-Historiadora
El actor Junior Álvarez presentó “Por poco me jodo” en el Moneró Café Teatro & Bar, el pasado fin de semana del 16 y 17 de diciembre de 2023. Un libreto sacado de una experiencia de la vida real recoge, de manera jocosa, muchas de las peripecias confrontadas a causa de su padecimiento del corazón. Más que una comedia, Álvarez utilizó el narrar sus vivencias para concienciar sobre la importancia de atender la salud y promover el erradicar esa idea, preconcebida socialmente, de que los hombres fuertes deben callar lo que sienten físicamente.
En la medida que Junior Álvarez experimentó sus situaciones de salud, junto con su esposa Magdaly Cruz, fueron tomando anotaciones de lo que se convirtió en su recurso para transformar una situación compleja en un mecanismo para llevar un mensaje educativo al público puertorriqueño. El libreto está repleto de parlamentos para provocar la risa a lo largo de la hora y media de duración de la puesta en escena. Álvarez contó con la colaboración de su amigo, compadre y actor Jorge Castro, quien asumió la dirección del espectáculo producido por la compañía Producciones Girasol, Inc. fundada por su esposa, Alfonsina Molinari. La gira teatral fue presentada en teatros de los municipios de Mayagüez, Coamo, San Sebastián, Yauco, Vega Baja y cerró sus presentaciones del 2023 en el Moneró del Centro de Bellas Artes de Caguas.
El mes de abril está asociado al nacimiento de la primavera. Muchos poetas, literatos, y cantautores han dedicado sus letras al cuarto mes del año. Sin embargo, para el actor Junior Álvarez, el mes de abril del año 2022, le presentó una situación límite con el funcionamiento de su corazón a un 15 por ciento. A través del hilvanado de la pieza teatral, se fue narrando el proceso que vivió hace poco más de año y medio, en un 14 de abril, en que el universo y la ciencia le permitieron una segunda oportunidad de vida que está aprovechando al máximo para orientar lo que enfrentó y cómo si no hubiese tomado acción, contado con el apoyo de su esposa junto un equipo médico de primera, se le hubiese limitado el tiempo de vida para poder contarlo.
A tono con el título de la pieza, la producción fue creativa para recibir a los asistentes con un escenario simulando una funeraria, decorado con una pintura al óleo del rostro de Junior Álvarez y varias coronas de flores. El inicio de la puesta en escena contó con el humor del actor y comediante Jorge Castro relatando los minutos antes de saber que Junior Álvarez tenía una segunda oportunidad de vida cuando fue dado de alta del hospital. En la función del domingo, se encontraba la primerísima actriz Angela Meyer, quién se reía al ser mencionada en parte de algunos fragmentos al comienzo de la obra. Junior Álvarez tiene una estrecha relación con Meyer, a quién le tiene un cariño especial como si fuera su madre y, según narró, le consulta cuando tiene situaciones. Al terminar la participación inicial de Jorge Castro, retiraron del escenario las flores y el retrato al óleo para dar paso a que Castro regresara para darle la bienvenida a Junior Álvarez.
Un Junior Álvarez vestido con la bata de hospital, cuenta cómo tuvo una segunda oportunidad de vivirla a plenitud. Su divertida comedia fue hilvanada para provocar el reír de situaciones cotidianas que les pasan a los seres humanos. Muchas de las experiencias que vivió con su situación límite que le hizo pausar el ritmo acelerado en que estaba conduciéndose hasta abril de 2022.
“La vida me dio una segunda oportunidad y en esta ocasión, yo la quiero aprovechar bien” fue uno de los parlamentos que resalta del mensaje para concienciar a la población sobre la muerte súbita, a través de uno de los talentos que tiene Junior Álvarez: actuar y hacer reír. A través de la pieza, entre medio de las risas que provoca en el público, va dando a conocer términos médicos de la afección de salud que confrontó el pasado abril de 2022.
Como se reseñó en los medios de comunicación, a Junior Álvarez se le agrandó la parte izquierda del corazón, el cual no podía bombear sangre adecuadamente; llevándole a padecer una enfermedad que no tiene cura y no es reversible. Sin embargo, con un régimen alimenticio y de ejercicios puede controlar los efectos, pero confesó lo mucho que le gustan las chuletas y la pizza. Fue divertido cómo resaltó la pizza con churrasco, chorizo parrillero y chimichurri, que le evocaba un “chacho que me joda, que me muera con un canto de pizza de esa en la boca, decía yo. Por poco me jodo, tenga cuidado con lo que desea porque se le puede dar”.
Junior Álvarez simulando comerse un pedazo de pizza mientras relataba «…que me muera con un canto de pizza… Por poco me jodo, tenga cuidado con lo que desea porque se le puede dar” fue uno de los parlamentos de la pieza.
Narró que, en algún momento de su vida, ingirió alguna bacteria que en otros seres humanos se acostumbra a identificar su alojamiento en los pulmones, el cerebro, pero a él se le alojó en el corazón. Se desconoce de dónde provino la bacteria, que aprovechó para vacilar diferentes platos gastronómicos extraños que ha probado como el cachicamo que degustó cuando estuvo trabajando en el llano venezolano y los lugares por donde ha pasado la lengua probando, sin comer que, con el doble sentido y sus muecas, desató carcajadas entre el público. Álvarez destacó que la bacteria en solitario no es nociva, pero cuando tiene juntilla puede ser letal. En su caso, la bacteria se juntó con la histérica de la casa: la alta presión, el sobre preso y con la apnea del sueño y ahí fue que se complicó la cosa.
En 2019, recibió la primera llamada con el Transient ischemic attack (TIA) o el accidente isquémico transitorio que le provocó mareos y un hablar con pesadez en la lengua. La causa: un pequeño coagulo de sangre del tamaño de la cabeza de un alfiler le provocó un mini derrame. La diferencia entre el TIA y un derrame es la duración del accidente cerebrovascular, en un TIA la duración es menor a cinco minutos y no ocasiona daños permanentes. Es un aviso de la necesidad para realizar modificaciones en la conducta porque es casi seguro, que ocurre un derrame en el año siguiente al primer TIA. Aunque Álvarez, no hizo nada por averiguar de dónde provino ese coágulo de sangre, porque “los hombres no lloran” y “tienen que ser fuertes”, comúnmente, se quejan por tonterías, pero cuando ocurren cosas fuertes, no dicen nada y callan porque deben proyectar ser fuertes.
La segunda llamada fue una fibrilación atrial debido a estiramiento del lado izquierdo del corazón más fallas eléctricas del mismo. Utilizó una analogía interesante para presentar la condición al comparar su corazón con un salón de baile en la que toca una orquesta, pero en su corazón estaban presentes dos orquestas que tenían ritmos musicales distintos y antagónicos. Hasta LUMA se llevó su agüita, cuando resaltó que la electricidad de su corazón estaba conectada a LUMA. Su corazón tuvo una muerte súbita, pero como hacía dos días que tenía prestada una planta eléctrica (chaleco desfibrilador), logró sobrevivir al accidente cerebrovascular en abril del 2022.
Relató que, en 2022, se iba sintiendo mal de salud y a insistencia de Magdaly fue a revisarse. Los resultados salieron bien, a excepción de esa falla eléctrica en el lado izquierdo del corazón por la que buscó atención médica del Dr. Francisco Rosado, al que el público aplaudió al enterarse que estaba presente en la función, quién le recomendó buscar un buen cardiólogo. A causa de haberse movido para conseguir un chaleco desfibrilador, el 12 de abril, salvó la vida cuando a los dos días, tuvo la muerte súbita. La manera de Junior Álvarez relatar los siguientes diez días más complicados de su vida, el doble sentido, los chistes para narrar lo que vive un paciente en el hospital y cómo la vida presenta situaciones que afrontar contaron con la participación del elenco compuesto por su esposa Magdaly Cruz, Alfonsina Molinari y Jorge Castro apoyando con sus personificaciones las escenas que iba relatando Álvarez.
Al finalizar la puesta en escena del 17 de diciembre, Junior Álvarez fue sorprendido por Carlos Esteban Fonseca y su esposa Sofía de la Cruz, quién junto al elenco le llevaron un hermoso bizcocho al escenario para celebrarle por adelantado los 64 años a cumplir el 20 de diciembre. Una bonita triple celebración a la vida: su natalicio, su segunda oportunidad de vida y el cierre de su exitosa gira Por poco me jodo en 2023, llevando un mensaje para concienciar sobre la importancia de escuchar las señales que emite el cuerpo y de cuidar la salud.