Por: Yadira Maldonado Guindín
Con un repertorio implacable Rubén Blades se presentó este 22 de septiembre en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot con su concierto 50 años de música: 1969-2019. El genio musical panameño deleitó a los presentes por aproximadamente cuatro horas junto a la banda de Roberto Delgado Salsa Big Bang. La noche estuvo a cargo de un Rubén espontaneo y muy conversador con su público contando la trayectoria de sus canciones antes de interpretar las selectivas canciones de un repertorio magistral.
El repertorio musical comenzó acercándose las seis de la noche con los temas “Plástico”, “La Mora” y “Paula C” junto al trompetista Luis Perico Ortiz recibiendo los interminables aplausos de los presentes. Estas canciones, dieron paso a lo que se puede describir como uno de los conciertos más implacables disfrutado por el público puertorriqueño.
Rubén se mostró sumamente agradecido con Puerto Rico lo que para él es su segunda casa. La noche estuvo a cargo del detalle de conversación con su público con la intención de que conocieran y vivieran con el cantautor panameño la historia detrás de cada canción. Adicional de principio a fin conservo el sentido del humor que lo distingue y su brillantez interpretativa.
Continuando con el exquisito repertorio musical interpretó “Lo pasado no perdona”, “Plantación adentro” escrita por uno de sus héroes José “Cheo” Feliciano, el cual según las historias contadas durante la noche lo conoció en su primer viaje a Puerto Rico a sus 24 años de edad. “Dime”, “Nadie sabe” y “Ligia Elena” provocaron convertir la parte posterior de Arena una pista de baile.
“Juan Pachanga” y “Decisiones” fueron de los temas más ovacionados de la noche y disfrutados por los presentes. Sin lugar a duda, uno de los momentos que provocó poner la piel de gallina al público lo fue la interpretación de “Todos vuelven” dedicado a esas personas que ya no están con nosotros en la tierra. Durante esta magnífica interpretación se proyectaban en la pantalla principal del escenario las imágenes de artistas que ya no están en vida pero que formaron parte esencial en su carrera musical entre ellos Hector Lavoe, José “Cheo” Feliciano y Celia Cruz.
Seguido a estas interpretaciones Rubén sale del escenario dejando a su banda, pero no antes sin agradecerles por acompañarlo esta noche y durante su trayectoria musical y dejando dicho a los presentes: “El éxito no es de una sola persona sino por la contribución de muchas personas, nosotros solos no lo podemos hacer” dando paso a la presentación instrumental de la banda.
Blades regresa interpretando “Manuela”, “Vino Añejo”, “María Lionza” y “Amor y Control” siendo este último uno de los más coreados por el público durante el concierto. Rubén se encargó de seleccionar los temas más queridos durante estos cincuenta años de trayectoria artística, una de las selecciones más difíciles, ya que su repertorio completo es amado por su público.
Culminando la noche interpretó los temas “Las Calles”, “Arayue” seguido del legendario tema interpretado por Héctor Lavoe “El Cantante” en quien en su honor interpretó, “Maestra Vida”, “Pablo Pueblo”, “Creo en ti” pocas de las canciones que ha escrito de amor, “La palabra de Dios” y “Puedo Vivir del amor”. Al finalizar esta interpretación le indican a Rubén desde un lado del escenario que debía culminar el concierto, sorprendido pregunta ¿Por qué? no me puedo ir sin interpretar “Pedro Navaja”, uno de los temas más legendarios de su carrera. Aun así, ninguno de los presentes se quería retirar, querían más de Rubén, por tal razón hasta con las luces encendidas interpretó a capella el tema “Adán García”.
El genio musical panameño Rubén Blades dejó una huella imborrable a los presentes esta noche del 22 de septiembre. Obsequiando un espectáculo de primer nivel musical y sobre todo demostrado que pese a cualquier contratiempo que pueda ocurrir, Blades se debe en alma, vida y corazón a su gente. A ese público que lo ha acompañado durante 71 años de vida y 50 años de trayectoria.