Reseña por: Yadira Maldonado Guindín
El reguetón y la música sinfónica se unieron en una velada sin precedentes durante el concierto Yandel Sinfónico, la cual fue una experiencia única que quedará marcada en la memoria del público puertorriqueño. Ante el Coliseo de Puerto Rico, Yandel se presentó con rotundo éxito junto a la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico, dirigida magistralmente por el maestro Ángel “Cucco” Peña, en un evento que hizo historia en el género urbano.
La fusión de los poderosos beats del reguetón con la majestuosidad de los instrumentos sinfónicos fue una propuesta innovadora que elevó cada tema a un nuevo nivel artístico. La producción, a cargo de Paco López y No Limit Entertainment, logró una puesta en escena impecable, desde la iluminación, visuales, efectos especiales y sonido que complementaron la energía de Yandel y la grandeza de la orquesta.
La apertura del concierto estuvo a cargo de los temas: “Puño de Tito”, “Permítame”, “Como antes” y “Reguetón a lo oscuro” los cuales formaron parte del repertorio que calentó los motores del público para lo que fue una gran noche.
Cabe destacar que el nuestro querido Yandel se mostró sumamente agradecido con el público puertorriqueño, quien lo ha apoyado desde sus inicios en el género y continúan junto a él en esta aventura musical que ha marcado tantas generaciones.
El repertorio estuvo también compuesto por una selección de sus mayores éxitos, entre ellos: “El teléfono”, “Mírala bien”, “Rakata”, “Ahora es”, “Pam pam”, “Encantadora”, “Ay mi Dios”, “Báilame” y “My space” cadacanción provocó euforia entre los presentes, quienes se sumergieron en un viaje musical a través de los mejores momentos al ritmo del reguetón.
Los clásicos “Nadie como tú”, “Mayor que yo” y “Noche de entierro”, himnos indiscutibles del género que encendieron todos los rincones del Choli y confirmaron el legado de Yandel como una de las figuras más influyentes del movimiento urbano.
Uno de los momentos más emotivos y efusivos de la noche fue la interpretación de “Verde luz” con el cuatrista Luis Sanz y “Qué bonita bandera” junto a un grupo de pleneros que se sumaron al escenario para acompañar a la Orquesta Filarmónica, provocando aplausos prolongados de los presentes.
La gran sorpresa de la noche fue la llegada de Feid en el escenario, quien es considerado como uno de los favoritos del público boricua. Su entrada desató la locura del Coliseo y junto a Yandel interpretaron los temas “Háblame claro”, “Brickell” y su éxito “150”, encendiendo aún más la euforia colectiva. Ambos artistas intercambiaron palabras de respeto y agradecimiento por el apoyo que se han brindado en diferentes facetas de su trayectoria musical.
Para cerrar por todo lo alto, Yandel entregó una poderosa trilogía final con “Por mi reggae muero”, “Moviendo caderas” y “Algo me gusta de ti”, temas que dejaron al público bailando y cantando hasta el último segundo, reafirmando el éxito absoluto del espectáculo.
Yandel Sinfónico no solo fue un concierto; fue una celebración del arte, la evolución del reguetón y el orgullo puertorriqueño. Sin lugar a duda esta noche quedará grabada como uno de los eventos más memorables en la historia musical del Coliseo de Puerto Rico.
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