170 funciones de “Hecho en PueLto Rico”

(Foto de Amarilis Cintrón-López)

Reseña por: Amarilis Cintrón López – Historiadora

La puesta en escena reafirma la identidad puertorriqueña de los forjadores de la patria.

(San Juan, Puerto Rico) Una de las maravillas del teatro es el poder que tiene para recrear personajes que conectan con la audiencia. Cuando esos personajes llevados a las tablas son los hombres y mujeres ilustres de la patria, la puesta en escena cobra otra dimensión. Ese legado que nos han heredado es importante mantenerlo vivo y la actuación es una de esas bellas artes que permite darle vida a esos hechos del pasado que llamamos historia.

El actor Ángel Vázquez, a través de la pieza teatral “Hecho en PueLto Rico” nos permite encontrarnos de una manera entretenida con esos forjadores de nuestra esencia como nación puertorriqueña. Una clase de historia interactiva es otra forma de visualizar el proyecto que ha llegado a múltiples escenarios desde que, en el año 2014, inició la gira por diversos espacios para dar a conocer esos personajes que todo puertorriqueño debiera identificar sus proezas.

La Fundación Nacional para la Cultura Popular (FNCP), ubicada en la calle Resistencia, como fue reabautizada la calle Fortaleza en el verano de 2019, fue el escenario para la función 170 de “Hecho en PueLto Rico” del actor y dramaturgo ponceño Ángel Vázquez. El domingo, 2 de marzo de 2025, mientras un sector de puertorriqueños conmemoraba la imposición de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños en el año 1917, mediante el acta Jones, otros disfrutaban el monólogo que reafirma la puertorriqueñidad, a través de una selección de hombres y mujeres cuya memoria es honra a la patria.
Judith Felicié, miembro de la Junta de Directores de la FNCP que Javier Santiago fundó yd preside, fue la encargada de ofrecer unas palabras para presentar “Hecho en PueLto Rico”. Felicié expresó que “tengamos esperanza, porque la cultura da esperanza”, mientras agradeció a Vázquez por la iniciativa de llevar a esa importante casa cultural su propuesta teatral.

Ángel Vázquez rescata personajes puertorriqueños y da a conocer detalles de su biografía y presenta de manera ingeniosa muchas curiosidades de sus vidas. Precisamente, es una gran cantidad de mujeres y de hombres puertorriqueños que exaltan el orgullo boricua los que conforman su libreto de casi hora y media de duración, que deja al público con deseos de seguir conociendo más. Los protagonistas de las historias en el monólogo, magistralmente interpretado por el actor Ángel Vázquez, permite dar a conocer figuras inmortales del territorio antillano boricua como Hostos, el ciudadano de las Américas; «El Rey de los Tenores» y «El Tenor de los Reyes» Antonio Paoli; “el Padre de la Cultura Negra» Arturo Schomburg; la poeta adelantada a su época Julia de Burgos, el gran el maestro Pedro Albizu Campos y el pelotero Roberto Clemente en un primer plano y de los cuales utiliza sus rostros que deja en exhibición, así como va mencionando a otros tantos que merecen un sitial importante en nuestra historia nacional.

Como anécdota, en el momento de finalizar sus parlamentos sobre Roberto Clemente, dejó saber lo especial de esa función, pues le acompañaban dos sobrinas de Clemente, a quienes Vázquez saludó en medio de su presentación, para luego continuar con ese encuentro con los recuerdos de su abuelo contenidos en la maleta que le había sido entregada de herencia y a través de la cual se construye la historia. Luego, descubrimos que a Vázquez le emociona hablar de Clemente, a quién considera como su héroe y de quién guarda gratos recuerdos cuando le conoció en una clínica de pelota que ofreció en la escuela donde estudiaba en Ponce.

Su propuesta teatral puede considerarse como un viaje interactivo en que lleva a la audiencia por esos seres que nacieron en el suelo boricua que inspiró la famosa letra de Verde Luz de Antonio Caban Vale “El Topo”. Desde líderes políticos, poetas, literatos, deportistas, luchadores independentistas, educadores, líderes cooperativistas, músicos, escritores y soldados de gran gesta, así como eventos históricos fueron protagonistas de ese monólogo que estremece hasta las entrañas a cada persona que ve la pieza.


Uno de los grandes aciertos es utilizar el recurso visual, para ponerle rostro a esos personajes que, en ocasiones, solamente, se identifican sus nombres o para dar a conocer sus voces y hasta las travesías realizadas por los protagonistas de los forjadores de la identidad puertorriqueña. Personas que nacieron en las 100 x 35 millas náuticas que conforman el estado archipelágico de Puerto Rico que con sus proceder, al ser consecuentes entre acciones y palabras merecen ser recordados por los compatriotas, algunos de ellos, reverenciados en otros países de las Américas o del mundo y poco conocidos en suelo nacional.

Del areté griego conocemos que se alcanzaba la inmortalidad al ser recordados por las generaciones que mantuvieran vivas las hazañas realizadas en vida que merecían ser relatadas. El monólogo de Ángel Vázquez se centra en la historia bien construida a través de este hombre que recibe en una maleta la herencia de su abuelo Moisés, a quién no conoció, pero que a través de diversos objetos que allí adentro encuentra, le permiten tener una idea de esos personajes con los que interactuó ese antepasado. De esa manera, le ofrece al espectador conocer detalles que distinguen a unos puertorriqueños y puertorriqueñas que se destacaron con excelencia entre sus pares, enalteciendo la monoestrellada azul celeste que es la enseña de la patria borincana.

Además, de promover el orgullo patrio, su mensaje final insta a defender la patria. Reconoce el valor de los puertorriqueños que se quedan y la importancia de los boricuas en la diáspora, que es el tema de la otra obra que presenta en “The Other Side Story”.

Al finalizar el monólogo, Ángel Vázquez tenía como artista invitado al cantautor Mikey Rivera quién deleitó a los presentes con su voz y los acordes de su guitarra. Rivera comenzó su participación complaciendo la petición de Vázquez, quién le había solicitado que integrara el tema H.F. que integró en su álbum En cuerdas para cuerdos (2004) dedicado al comandante Filiberto. Posteriormente, Vázquez se quitó el sombrero de actor para asumir el de percusionista y le acompañó en algunos de los temas tocando el cajón.

¡Qué manera tan ingeniosa de llevar fragmentos de nuestra historia para dar a conocer hechos contundentes por los que debemos recordar y reconocer a los hacedores y hacedoras de nuestra patria! La presentación regresará en una puesta en escena en el teatro Julia de Burgos en la UPR de Río Piedras el 12 de marzo a la hora universal (11:30 a.m.) en función para estudiantes universitarios y el día 13 de marzo en la UPR de Carolina.

Sería fenomenal que la pieza se llevara a cada uno de los municipios en funciones para adultos y que el Departamento de Educación de Puerto Rico hiciera los arreglos en cada una de las regiones educativas para que TODOS los estudiantes del sistema público de enseñanza entraran en contacto con los ilustres puertorriqueños de los que da supremo orgullo decir y que le dan sentido a lo “Hecho en PueLto Rico”.

Entre los presentes, además de las sobrinas de Clemente, se encontraba el Lcdo. Salvador Tió Fernández, las periodistas Sandra Rodríguez Cotto y Belén Martínez Cabello, el líder sindical Luis Pedraza Leduc y su hermosa Lourdes Rivera. En la función 170, también hubo dos invitados especiales para mí, con los que compartí apreciar “Hecho en PueLto Rico”: mis padres Bique Cintrón y Rosaura López de ese pueblo nación como le llama el pequeño de los Croatto a Adjuntas en la canción dedicada «A Tintí», cofundadora de Casa Pueblo, la casa rosada que enaltece la defensa de la patria desde la montaña.

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