Reseña por: Amarilis Cintrón López-Historiadora
El reencuentro de Oscar D’ León con su público puertorriqueño tuvo su cita el domingo, 28 de octubre de 2024 en el Coca Cola Music Hall. “El sonero del mundo” como se le conoce al salsero venezolano demostró la vitalidad que posee a sus 81 años. En las dos horas de duración del concierto, desplegó toda su energía y la potencia de su voz compartiendo los éxitos que forman parte de su legado en la música.
A través de la proyección de un vídeo, resumieron la trayectoria de Oscar D’León como preámbulo a que al ritmo de Llorarás, el ganador de varios premios Grammy, iniciara su concierto. A las 7:10 de la noche, hizo aparición en el escenario con un pantalón negro, una chaqueta blanca que dejaba ver en la camiseta negra la imagen de un león. Al rugido de un “Puerto Rico, te amo” como primera expresión al acercarse al micrófono, comenzó a dar sus pasos de baile y se inició la rumba. “Qué lindo es estar otra vez en Puerto Rico” fue otra de las expresiones que le dirigió en los primeros minutos a la fanaticada que se dio cita desde temprano para disfrutar de una leyenda viviente en la salsa.
Con el soneo de Bravo de verdad, dejó saber “esta noche será diferente”. Mientras iba integrando en su improvisación algunas instrucciones al equipo de sonido, le dejó saber al público que “yo trabajo en la tarima con inspiración, solamente con inspiración, no tengo un set prestablecido, eso yo siempre lo he exigido, ellos no saben qué viene a continuación…en el momento preciso se los dictaré”.
En la transición al tema Yo quisiera, se quitó la chaquetay, nuevamente, utilizó el soneo para dar a conocer que le faltaba una trompeta “usted sabe lo que voy a hacer, lo voy a sacar”. En ese momento, anunció que tenía un puertorriqueño en el trombón y le pidió hacer un solo al trombonista. Luego de marcar el mambo, la gente bailaba desde sus asientos, mientras Oscar se le observaba gozándose estar en la tarima. Comenzó el espacio para complacer al público, que le gritaba las canciones que querían escuchar.
Taboga fue el siguiente tema que se escuchó y el primero de los que cantó su corista Jhonny Silva, mientras en la sección de vientos, destacaba el sonido del trombón. Oscar le acompañó tocando las maracas, que le entregó a su corista para continuar con el tema. Entre el público se veía la bandera venezolana y para hablar de Panamá, decidió cambiar al tema La murga. Mientras hacía movimientos sensuales, anunció el tema con la frase “para los esposos que no cumplen con su deber.
Oscar D’León estaba soneando con La murga, cuando se percató que el trompetista ponceño José “Joseíto” Ruiz conocido en el ambiente musical Jota Ruiz había llegado al rescate por el colega e integrante de la orquesta que se quedó en Miami. Jota Ruiz demostró la solidaridad y profesionalismo al salir de su participación en el musical La familia Addams de teatro en el Centro de Bellas Artes y llegar al concierto, a pesar de que lo llamaron ese mismo día a las 5:15 de la tarde. Como parte del soneo, D’León le improvisó “te voy a preguntar ¿por qué llegaste tarde?, dime la verdad no me vayas a mentir”.
Jota Ruiz, quién además de trompetista es cantante, le respondió con un soneo “me indicaron a las siete que podía llegar aquí” y Oscar le dice “cantando”, mientras Jota Ruiz continuó explicando en su soneo “y es que me invitaron hace poco y por eso estoy aquí”. Oscar “Ok, te lo perdono, te lo perdono, porque te dijeron muy tarde y eso tenía que ser, porque los que estaban en Miami no pudieron llegar y el poco tiempo para aquí llegar a esa excelencia de trompeta. Pa’ver, dame un solito cortito para ver”; mientras el trompetista puertorriqueño fue aplaudido, Oscar hizo una señal con un movimiento sensual que marcó el cambio, no sin antes, dejar saber que estaba al pendiente de todo lo pasaba en la tarima.
Al sonido del 1, 2 y 3, inició el sabroso tema Detalles, que se combinó a la perfección con el despliegue visual entre el juego de luces en azules y amarillas, mientras el público se gozaba escuchar ese éxito que le recuerda a las parejas la clave para mantener viva la llama en el romance. Los acordes en la siguiente transición dieron a conocer el movido tema La cumbia cienaguera, en el que el trombón de pistones tuvo un solo frente al escenario y en su segunda intervención, marcó el inicio del tema Idilio con Jhonny Silva y Oscar al coro y soneos.
El León pidió ver a la gente bailando, quienes, instantáneamente, se pusieron de pie. “Pida por esa boquita que yo lo voy a complacer con mucho cariño” le expresó a su fanaticada. Oscar pidió que le trajeran el instrumento que, aunque no es el suyo, lo iba a ejecutar para el público puertorriqueño. Aclaró “no es mi bajo”, pero indicó que lo tocaría “para que vean cómo es que yo lo toco, cantando”. Ese fue el detonante para que el público se disfrutara una de sus facetas en el escenario como instrumentista y cantante. No era su bajo, pero lo hizo suyo al ejecutarlo mientras lo bailaba y cantaba Mi bajo y yo.
Con el ritmo de Irimo pronunció que la gente puertorriqueña sí sabe de tambó y en la jerga salsera dictó una rica moña, que después cambió para regalarle a su fanaticada la intensidad del tema Sigue tu camino. El güiro en manos del corista Jhonny Silva tuvo su momento, mientras D’León hacía despliegue de su capacidad para sonear.
Le tocó el turno a La piragua en voz del corista Jhonny Silva y con un ahora, Oscar de León se bailó el tema con su contagiosa energía, mientras la bandera de Ecuador fue protagonista de su soneo antes de volver a darle al público otro sabroso mambo. Con el éxito Qué bueno baila usted la gente bailó lindo y bueno. Una gran sorpresa Oscar D’León le regaló a los puertorriqueños al cantar el icónico En mi viejo San Juan que su fanaticada le acompañó a cantar. Alguien del público le acercó una bandera de Puerto Rico que desplegó por el escenario y fue un momento emotivo.
El contagioso Pensando en ti fue el siguiente tema con el que el público recordará su manera de hacer el libreto de la noche en vivo. Una nueva instrucción a la orquesta, para darle el espacio al solo de la sección de trombones, antecedió el final con el que le dejó saber que estaba allí para complacerlos. El “pide por esa boca, que voy a complacerte con amor” fue contestado al escucharse La mazucamba como la nueva petición.
Una gritería se escuchaba entre la gente que pedía los temas y Oscar complació la petición de La sitiera que se escucho en voz de Jhonny Silva a dúo con Oscar D’León. Al escucharse el one, two, three, la orquesta tocó la siguiente petición Hechicera, a la que le siguió El Frutero y continuó con El Manicero. Al cantar Esa mujer, El sonero del mundo dejó saber que ya estaba terminando el concierto, pero el público seguía con sus peticiones y otros seguían utilizando los espacios del Coca Cola Music Hall para bailar en pareja o en coreografías entre amistades . Al ritmo del merengue Juanita Morel, la gente continuaba emocionada cada vez que escuchaba el “voy a cambiar”, porque sabían que uno de los tantos temas exitosos escucharía. Entonces, sonó la guaracha Mata Siguaraya como tema de la falsa despedida. El público quería más y le pidieron la ñapa que fue complacida con La rebelión, Ven morena y Mis hijos. Con un “gracias, muchas gracias” El sonero del mundo se despidió de su público boricua.
Originalmente, el concierto estuvo pautado para el 5 de octubre y por razones de salud, se reagendó para un memorable 27 de octubre de 2024 en que el público se gozó la energía que transmite el nacido un 11 de julio de 1943 en Venezuela. Oscar Emilio León Simoza conocido en el ambiente artístico como Oscar D’León, comenzó su trayectoria artística a los 28 años y ya lleva 53 años llevando su bandera venezolana y el sabor de la salsa por diferentes continentes.
Precisamente, este último fin de semana de octubre, estuvo en dos islas hermanas en el Caribe. La noche antes de su presentación en Puerto Rico estuvo en el concierto en el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua en Dominicana.
El rugido del león se escuchó en Puerto Rico con su concierto “D’ Regreso” gracias a Producciones RTF de Rosalis Torres. Hay que resaltar el espectáculo visual con el diseño de luces e imágenes audiovisuales que complementó la participación artística de Oscar De León. Además de su vitalidad en el escenario y de la potencia de su voz, su memoria es otro aspecto a resaltar; no leyó nada como hacen hoy día muchos otros artistas. Por último, quedó evidenciada la armonía de la orquesta en cada tema y por supuesto, en la precisión que realizaron cada vez que Oscar de León le anunciaba el siguiente tema, estaban prestos a ejecutar las peticiones del público.
D’Regreso fue un concierto en que el público le dictó el libreto al cantante que se disfrutó estar en suelo boricua, mientras los puertorriqueños que se dieron cita se gozaron de un sabroso espectáculo musical. Todo el que asistió se gozó el regreso de Oscar D’León que en tarima demuestra porqué le llaman el sonero del mundo.
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