Una adaptación teatral que explora la identidad y el surrealismo a través de la sátira y la comedia física
La obra “La Nariz” llega por primera vez a Puerto Rico bajo la dirección artística de Joaquín Octavio, quien adapta este clásico de la literatura rusa de Nikolai Gógol para presentarlo con un enfoque contemporáneo y surrealista. El montaje, producido por El Absurdo, se estrenará el próximo 1 de noviembre en el Teatro Francisco Arriví en Santurce, prometiendo una experiencia escénica única que combina la comedia física, la pantomima y el teatro de máscaras con un diseño visual y sonoro que transportará al público a un mundo absurdo.
Publicado en 1836, el relato original de Gógol sigue la historia de un funcionario público, el asesor Kabrera, quien se despierta un día para descubrir que ha perdido su nariz. Mientras tanto, su barbero encuentra la nariz en su desayuno y se deshace de ella. Pronto, la nariz cobra vida propia, actuando de manera independiente y ascendiendo rápidamente en la jerarquía social hasta adquirir una posición de alto rango. El asesor Kabrera, desesperado y confundido, vive una serie de situaciones cómicas y absurdas mientras intenta recuperar su apéndice facial. A través de esta historia surrealista, Gógol explora temas como la vanidad y la identidad, utilizando la pérdida de la nariz como un símbolo de la pérdida de identidad y la confusión existencial en una sociedad burocrática y jerárquica.
El montaje de “La Nariz” se destaca no solo por su fidelidad a la obra original, sino por su reinterpretación contemporánea que la convierte en un espejo de la realidad puertorriqueña actual. A través de esta adaptación, el equipo creativo invita al público a reflexionar sobre cómo las fuerzas externas han moldeado el sentido de nosotros mismos, alentándonos a reclamar y celebrar nuestra identidad única en medio de la adversidad.
El montaje cuenta con un equipo de producción compuesto por reconocidas figuras del diseño, la música y el teatro en Puerto Rico. Cristina Agostini Fitch, directora de arte y fundadora de Pitipuá Vintage, está a cargo del diseño de escenografía, la cual incluye elementos minimalistas que se integran armoniosamente con las proyecciones visuales, evitando sobrecargar el escenario y permitiendo que las imágenes proyectadas cobren protagonismo. Marcos Toledo, fundador de la compañía de teatro experimental Caborca y del taller de diseño floral Influorescent, se encarga del diseño de medios visuales, empleando el arte del collage y la animación bidimensional para crear mundos de ensoñación y movimiento ágil. Carlos Dimas, destacado músico y productor, aporta su visión sonora a la obra, combinando música instrumental y efectos sonoros que se integran de manera temática con la acción escénica. El diseño de máscaras y utilería está a cargo de Julio Morales, fundador de Y No Había Luz, quien transforma materiales cotidianos en arte escénico para dar una dimensión mágica a la obra. El reparto está compuesto por destacados actores como Iván Olmo, Israel Lugo, Marisa Gómez y Kairiana Núñez, quienes, bajo la dirección de Joaquín Octavio, exploran la fisicalidad del cine mudo, el “clown”, el melodrama y el teatro del absurdo.
Visualmente, el montaje alterna entre un escenario casi desnudo y una gran pantalla de proyección que se fusiona con la acción escénica. Los actores interactúan con elementos visuales como si fueran tangibles, sumergiéndose en un entorno que combina lo real y lo fantástico para reforzar el tono onírico de la historia. En cuanto a la iluminación, se utilizarán diversos recursos lumínicos para resaltar los momentos de comedia física, bailes y acrobacias de alta intensidad y precisión, creando contrastes entre luces y sombras que acentúan la atmósfera teatral y cinematográfica de la puesta en escena. La luz se convierte en un personaje más, complementando la narrativa visual y sonora para crear una experiencia sensorial envolvente para el público.
El Absurdo, que se estrena como casa productora con esta pieza, reúne por primera vez a un grupo estelar de artistas multidisciplinarios que se destacan en sus respectivas áreas de especialidad. Esta unión promete una obra imprescindible para nuestros tiempos, un montaje único que refleja la visión del renombrado director y dramaturgo Joaquín Octavio. La compañía se presenta como una convergencia de talentos excepcionales, muchos de los cuales son miembros fundadores de otros colectivos influyentes como Polimnia, Jóvenes del 98 y Y No Había Luz. Estos artistas no solo son practicantes de diversas disciplinas, sino también educadores y gestores culturales que han ampliado las fronteras del teatro y el arte contemporáneo en Puerto Rico, el Caribe y Latinoamérica.
“La Nariz” no solo ofrece entretenimiento, sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza de la existencia y la identidad en un mundo absurdo. Esta adaptación busca crear un universo visual y sensorial único que combine elementos teatrales y cinematográficos para transportar al público a un mundo de ensoñación y absurdo, donde la reflexión sobre la identidad y la existencia se entrelaza con la comedia y la magia escénica.
Los boletos para las funciones de público general que se llevarán a cabo del 1 al 3 de noviembre en el Teatro Francisco Arriví, están disponibles a través de Ticketera. La puesta tendrá además funciones para estudiantes.