Luis Enrique Sinfónico: un sublime recorrido por su “Autobiografía” musical

(Foto de Félix A. Nieves)

Por: Amarilis Cintrón López – Historiadora

Una armoniosa fusión de la salsa al estilo sinfónico fue lo que la fanaticada de Luis Enrique Mejía López disfrutó en el reencuentro con su público puertorriqueño.  Haciendo honor al concepto griego filarmónica que proviene de los términos griegos philos (amor) y harmonikos (armonía) en esa reunión de instrumentos, el acompañamiento a Luis Enrique fue una maravillosa concordia de sonidos (sinfonía).

La sala de Festivales Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes de Santurce se engalanó el sábado, 17 de agosto de 2024 con la presentación de Luis Enrique Sinfónico.  Los nuevos arreglos musicales para la versión de la presentación con la Orquesta Filarmónica Arturo Somohano de Puerto Rico, dirigida por el maestro Ángel “Cucco” Peña le dieron una nueva vida a esos éxitos musicales que el público convirtió en sus favoritos.  Si escucharlos en su versión original invitaba a su disfrute, escucharlos en versión sinfónica elevó la experiencia de escucharle cantarlos con tan exquisito acompañamiento musical.

Los arreglos musicales del puertorriqueño Frankie Suárez, del venezolano Gonzalo Grau y de Ángel “Cucco” Peña, quién dirigió la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico fusionaron la esencia de las canciones y le otorgaron esa armonía de sonidos distintiva de una orquesta de cámara.  Tras una trayectoria de poco más de tres décadas en el pentagrama de la salsa romántica, el nacido un 28 de septiembre de 1962 en Somoto, Madriz, Nicaragua, logró uno de sus sueños de cantar acompañado de una orquesta sinfónica.  Esa meta de adulto, convertida en realidad coincide en el mismo territorio que le cambió la vida de joven, cuando a mediados de los ochenta, Puerto Rico le acogió y grabó los primeros éxitos de una fructífera carrera musical que lo consagró como “El Príncipe de la Salsa”; apodo que le puso una ejecutiva de la radio en Miami, María Cristina Ruiz, como gancho promocional.

El popurrí seleccionado para la obertura instrumental ya dejaba saber un anticipo de cómo se escucharían algunos de los temas reconocidos.  Luego de los aplausos con el que lo recibieron cuando llegó al escenario, vestido elegantísimo con su traje negro, el primer tema fue Dame de tu boca.  El arreglo musical de la transición entre el tema anterior al reconocido Mi mundo estuvo hermoso, así como el coro del público que le acompañó a cantar una de las tantas canciones favoritas.

Al escucharse los arreglos de Amiga, se invitaba a bailar desde el asiento y junto al carisma de Luis Enrique en el escenario, fue una hermosa nueva versión de ese clásico.  El saludo  “buenas noches, Puerto Rico, ¿qué te puedo decir?, de Luis Enrique fue interrumpido por varios “te amo”, que le gritaban desde el público y le sacaron sonrisas.  Acto seguido, continuó expresando que “es una noche especial, que definitivamente, es una marquita en el “bucket list” de las cosas que quería hacer y lograr” a sus 36 años de carrera como cantante y casi 40 desde sus inicios como músico, (aludiendo a su etapa como percusionista en la orquesta Versalles en Miami).  “El Sinfónico para mi significa muchísimo”; concierto en gestación desde 2018, pero con la pandemia, todo se paralizó. 

Luis Enrique destacó al encargado y cómplice en el proyecto, al maestro Cucco Peña, para quién pidió un fuerte aplauso de agradecimiento.  El siguiente éxito fue Lo que pasó entre tú y yo, pasó, en una sublime interpretación que entre las luces violetas y verdes le ofrecieron una atmósfera hermosa a la presentación, que contó con un exquisito solo de piano a cargo de Marcos Sánchez.  Así como también ocurrió con la atmósfera que crearon las secciones de cuerdas en El amor es algo más que se mereció otro fuerte aplauso. 

El viaje musical que rememoró su llegada a Puerto Rico en 1986, cuando le recomendaron que viniera a vivir a la cuna de donde estaban los salseros del momento para sentir la esencia de la salsa, contó con el popurrí de temas: Desesperado, Solo, Compréndelo; canciones que abordan distintas realidades en el desamor y que junto al icónico Tú no le amas, le temes lo catapultaron a la fama internacional.  Luis Enrique transmitía a través de su rostro y los pasos de baile todo lo que se estaba disfrutando la presentación.

El siguiente tema Trampa del destino, de su autoría, comento que” ha esperado muchos años para lucirse” y al finalizar la hermosa interpretación, dejó saber que era la primera vez que la cantaba en vivo.   En la presentación destacó que el arreglo musical es de su amigo y colega venezolano Gonzalo Grau, quien hizo un trabajo increíble. La composición al ritmo de bolero está incluida en el disco Evolución (2000), que grabó bajo su propio sello discográfico.  Con guitarra en mano, Luis Enrique inició el movido tema Descontrólame, en el que contó con la participación del reconocido guitarrista puertorriqueño Jorge Laboy. 

El cuatrista puertorriqueño Luis Sanz ingresó al escenario para la interpretación de Añoranza, un tema que grabó con la agrupación C4 Trío para el disco  “Tiempo al tiempo” que contiene canciones inéditas de la música folclórica venezolana en la que resalta el cuatro venezolano.  Con esa producción, ganaron dos Grammy Latinos en 2019.  Su sentido del humor se hizo presente al decir, “Imagínese ustedes, un nicaragüense que canta salsa, pero decide que va a hacer un disco de folclor venezolano y como todo lo que le dicen que no, es lo que le ha dado resultados”, recalcó que lo seguirá haciendo. Añoranza es una canción de amor a los países, “es una canción de amor para la tierra que nos vio nacer y es un amor que no distingue partidos, ni tendencias, ni religión.  Hay que amarnos como hermanos. Eso es lo más importante”, palabras que le merecieron aplausos.  La sección de violines acompañó el inicio del tema, en que se fueron incorporando las flautas y la percusión junto al cuatro de Luis Sanz en una melodía que le permite protagonismo a sentir la fuerza de la letra.

El ritmo de la salsa regresó con el tema ¿Quién eres tú? Entre las sorpresas que Luis Enrique le tenía preparada a su público puertorriqueño estaba el estreno del nuevo sencillo Solo quiero tu amor, en el que narra los sentimientos de vivir el amor en positivo.  Con el estreno de Solo quiero tu amor, finalizó, la primera parte del concierto de 1 hora y 11 minutos de duración, a la que le siguió un breve intermedio, que utilizó para cambiarse a otro elegante conjunto en negro.

La segunda parte del concierto Luis Enrique Sinfónico inició con uno de los temas más significativos de la Autobiografía musical del nacido y criado en Somoto hasta sus quince años en 1978, cuando tuvo que “hacer patria en otras tierras” expresó.  Como preámbulo a interpretar Autobiografía, título homónimo a su libro publicado en 2017, cantó Nicaragua, Nicaragüita, una composición de su tío Carlos Mejía Godoy, que junto a tu otro tío Luis Enrique Mejía Godoy, son dos de los cantautores de música popular más importantes de su natal Nicaragua.  Con guitarra en mano, en ambas canciones, Luis Enrique les regaló a todos los presentes una emotiva experiencia de ese amor a la patria que forjó su identidad.

El tema Autobiografía recoge sus vivencias desde que tuvo que salir de su barrio en el 1978 y se convirtió en esa voz que vive lejos, como también les ha pasado a muchas personas que han tenido que migrar de su espacio de origen, pero siempre tiene una conexión con esa tierra en la que ya no vive, mientras no se siente arraigado al lugar que ha convertido en hogar fuera de la patria o del pueblo que le dio la identidad.  No soy de aquí, ni soy de allá, es una frase que cala hondo en la gente que vive en distintos tipos de diásporas; sea fuera de su pueblo o de su país natal.   Fue un deleite escuchar Autobiografía en vivo, en una letra que conecta con la gente, sobre todo aquellos que aprendieron con los años que el mundo no es como lo veía desde la ventana de mi cuarto, como describe Luis Enrique en uno de sus fragmentos.  En su versión original, le mueve hasta la médula a las hermanas Cintrón-López y escucharlo en vivo en la versión sinfónica fue otra experiencia emotivo-sensorial para la que le tocó reseñarlo. (Foto de Félix A. Nieves)

Dedicado a los hermanos venezolanos, recreó otro final adaptado que dijo: “Esos amaneceres bellos de Caracas, también el Cerro El Ávila, esas siete estrellas y su dignidad”, con el que se ganó una ovación.  Luego de todas las emociones que provocó con Autobiografía y ese canto a su querida Nicaragua, Luis Enrique indicó que el público no se esperaba la siguiente canción.  Añadió, que le pidió permiso a Alberto Carrión, el autor de Amanecer Borincano, para mostrar su profundo agradecimiento a Puerto Rico a través del significado de ese emblemático tema para los puertorriqueños.  El público, de nuevo le acompañó entre el coro y los aplausos a cantar esa versión sinfónica exquisitamente interpretada. En medio de la interpretación, hizo una pausa para invitar, nuevamente, al cuatrista Luis Sanz al escenario y cantar unas décimas que compuso inspiradas en “Amanecer borincano”, que culminaron con “en la tierra del coquí la vida fue floreciendo, eché raíces sintiendo que yo también soy de aquí” que el público agradeció con otro fortísimo aplauso. 

Las emociones continuaron en incremento cuando sonaron los acordes de Cómo volver a ser feliz y al ver a Luis Enrique dando sus pasos de salsa en el escenario.  Su ejecución vocal estuvo estupenda, incluida la nota prolongada en ese ¿Cómo? alargado que le mereció aplausos.  Para añadir a lo que le hizo sentir al público, tuvo la participación del trombonista Víctor Vázquez en un hermoso solo, desde su ubicación en la sección de metales, con el que demostró sus destrezas en ese instrumento con el que ha viajado el mundo.  Al Luis Enrique culminar la espectacular interpretación y agradecer la participación de Víctor Vázquez, se escuchó entre el público ¡Qué viva, Toñito!, seguido de un bravo y aplausos en respeto a su fenecido hermano Antonio “Toñito” Vázquez (1961-2024), conocido como el “Trombón nacional de Puerto Rico”.

El romántico tema Alma rosa comenzó en ritmo de balada y continuó al ritmo de salsa, haciendo una exquisita versión. Luis Enrique expresó que la noche estaba llena de sorpresas y de estrenos. Pura magia ocurrió en la interpretación de Idilio. Hubo un doble dúo de virtuosos en el escenario.  La invitación para realizar el dúo vocal entre Cucco Peña y Luis Enrique ya ofrecía al público una escena hermosa con el acompañamiento de la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico.  Entonces, las sorpresas se siguieron incorporando con el maravilloso solo de Tony Vázquez al violín, al que posteriormente se le integró Víctor Vázquez en otro sabroso solo de trombón.  De los solos, pasaron a un duelo de sonidos, que tuvo su punto máximo cuando le regalaron al público el magnífico dúo de Los Vázquez con el sabor que les impartieron a sus destacadas participaciones al unísono.  Ambos se destacaron por la manera particular de ejecutar sus instrumentos, realizando sus coreografías que invitan al público a disfrutar la escena.

(Fotos de Félix A. Nieves)

El tema de Idilio continuó y se le vio a un Luis Enrique disfrutándose ese momento, realizando una breve coreografía con Tony Vázquez, quien realizó un homenaje póstumo a Toñito Vázquez, al utilizar debajo de su chaqueta una T-Shirt con una fotografía y mensaje dirigido al Trombón Nacional. Ese detalle de Tony Vázquez honrando a un querido colega fue especial.  La participación del maestro Cucco Peña y el virtuoso dúo de los Vázquez fue ampliamente aplaudida.

(Foto: Félix A. Nieves / 17 de agosto de 2024)

Románticos al rescate continuó el repertorio reavivando el romanticismo.  “Agradecer por el regalo de estar vivos un día más, vamos a gozar con esta canción que nos invita a sonreír y a no rendirnos nunca” fueron parte de sus palabras de presentación para Sonríe.  Un solo de timbal de Raulito puso a gozar a los presentes, que también disfrutaron cuando Luis Enrique mostró sus destrezas como percusionista.  El príncipe de la salsa dejó ver que es un artista completo; canta, compone, toca guitarra y también la percusión con excelencia en su ejecución.

Entre las causalidades de la vida, destacó que es un lujo contar con su compadre Omar Alfanno en su carrera musical.  De los siguientes temas de autoría del exitoso compositor panameño, recalcó que Date un chance, le cambió la vida a mucha gente y nadie sabía por qué la quería interpretar hasta que lo reveló en el capítulo 13 de su Autobiografía.  Precisamente, ese tema que grabó en su deseo de querer dejar un legado con las letras de las canciones que interpretaba y que le dieron un giro interesante a la salsa en la década de los ochenta al tocar un tema social como la adicción a las drogas.  Ese mal social le tocaba la fibra porque lo vivía de cerca con amistades, colegas y familiares muy cercanos. Con guitarra eléctrica en mano, contó de manera muy jocosa cómo sintió que Así es la vida había sido escrita para él.  Incluso, relató cómo se pasó de astuto para quedarse con la letra que grabó y se convirtió en un gran éxito musical.

El galardonado tema Yo no sé mañana, marcó el regreso musical de Luis Enrique en 2009, tras una pausa prolongada para dedicarse a ser un padre presente en la vida de su hijo Luca.  Con un sublime inicio a son de violines, se escucharon las primeras líneas de ese tema que fue un éxito comercial impresionante por cómo invita a vivir el presente.  Con el público completamente de pie, cantando y aplaudiendo la presentación, Luis Enrique hizo la falsa salida y la presentación de agradecimiento a los involucrados en el concierto.  Les solicitó a los extraordinarios músicos de la Orquesta Filarmónica que se pusieran de pie para recibir el aplauso del pueblo y llamó al frente al maestro Cucco Peña y los arreglistas, Frankie Suárez y Gonzalo Brau.  A su vez, reconoció la importancia del Lcdo. Roberto Sueiro por creer en el proyecto y a Víctor Maldonado por contactarle con la Filarmónica. 

San Juan sin ti fue el tema de despedida que mantuvo al público de pie y algunos utilizaron el espacio de sus asientos como pista de baile. Luis Enrique expresó que le encantaban las secciones de la Filarmónica y quería tener la dicha de escucharlas.  Comenzó con la sección de las maderas, como enamorado de las cuerdas le tocó el turno a esa sección que le impregnó su esencia al concierto, “en la Filarmónica tiene que haber metales, oye y estos son generales” fue parte de la improvisación para presentar los metales.  Tras una hora y cuarenta minutos de la segunda parte de concierto, culminó un espectáculo de casi tres horas de duración que recargó las baterías a los asistentes.

La vida llevó a Luis Enrique por el camino de la salsa y ha ido dejando huella con paso firme, siendo auténtico en su estilo con los mensajes que lleva a través de sus propuestas musicales.  Una nueva edición de su autobiografía, Luis Enrique ya puede incluir entre sus logros el haber cantado acompañado de la Orquesta Filarmónica Arturo Somohano de Puerto Rico con la distinción de haber sido dirigida por el gran maestro Ángel “Cucco” Peña y de tener el honor lograr tres funciones.  Las primeras dos tuvieron la Sala de Festivales completamente llena en ambas funciones del 17 y 18 de agosto de 2024 y actualmente, sigue a la venta, la tercera función pautada para el 15 de septiembre de 2024 a las 5:00 p.m. Para boletos: Ticket Center PR y CoPEPPASS.

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