La compañía teatral Komicar organizó un espectáculo artístico para la presentación de “Yo Penélope” de Luis Enrique Romero

(Foto de ACL)

Por: Amarilis Cintrón López – Historiadora

La presentación de un libro es una celebración a las letras.  Para una persona que vive inmersa en las artes, la presentación de un libro puede ser el motivo perfecto para realizar un espectáculo fusionando las distintas artes que convergen en la vida del poeta que tiene una trayectoria activa como artista.  La compañía de teatro Komicar, fundada la actriz, docente y dramaturga Esthelín Cedeño y su hijo Kennix Ceballos tienen la frase “somos un espectáculo” como su lema.  Precisamente, para la presentación de Yo Penélope, el tercer poemario de Luis Enrique Romero Marrero, idearon una presentación artística que fue todo un espectáculo.  Las diversas artes seleccionadas tuvieron un diálogo con su poesía en un magno despliegue artístico.

El sábado, 21 de septiembre de 2024, la Casa Histórica de la Música en Cayey se transformó en el escenario donde el propio autor fue sorprendido con el libreto de la presentación que fue descubriendo a medida que avanzaba la tarde.  Cuando me llamaron para participar como presentadora, me pareció genial la idea de tener 5 lectores varones, junto a 5 expresiones artísticas en las que los artistas convocados realizarían la interpretación que le evocaban los versos de Luis Enrique Romero.  La propuesta de Komicar de producir la presentación de Yo Penélope era completamente diferente a lo que se acostumbra a realizar en ese tipo de eventos literarios o académicos.

El libreto se hilvanó vinculando las disciplinas que componen las Bellas Artes, de las cuales el autor las ha ejercido casi todas con éxito.  El proceso de adentrarse en el poemario permitió que el público visualizara cómo coexisten las distintas bellas artes en la vida de Luis Enrique Romero Marrero y cómo sus versos se pueden llevar a otras expresiones artísticas, a través de las cuales cobraron vida sus versos. Yo Penélope transporta al lector a ese mundo de las esperas, al utilizar el sujeto en primera persona -yo, unido al nombre femenino vinculado a la leal espera, Penélope, en una metáfora del hombre que se abre de sentimientos ante las partidas, ante la espera, ante los deseos por concretar y ante las despedidas. 

Como presentadora, el formato de la presentación me permitió reflexionar sobre el contenido de los poemas inspirados en la espera y darle a conocer a los presentes detalles de la biografía del autor.  Junto a mí, estuvieron la dramaturga Esthelín Cedeño presentando a la mayoría de los lectores y el Dr. Pablo Alexis Santos Sánchez interviniendo luego de cada lectura o interpretación artística realizando preguntas sobre cada uno de los poemas o sobre la ejecución de los invitados que el autor acababa de observar.  La dinámica permitió conocer al momento la impresión de Luis Enrique Romero sobre algunas interrogantes que provocan sus versos y, sobre todo, apreciar cómo el autor internalizó su obra como fuente de inspiración para otras expresiones artísticas.

Para la presentación de Yo Penélope, Luis Enrique tenía como requisito que fueran hombres lo que leyeran sus versos y que fueran mujeres las que presentaran su poemario.  Al autor se le mantuvo en total secreto cuáles serían los poemas seleccionados y quiénes serían los hombres que prestarían su voz en la presentación.  Fue muy ingenioso de parte de la producción de Komicar que los lectores fueran varones de diversas edades: un niño, un adolescente, un joven adulto, varios colegas a los que le unen años en lazos de genuina amistad. Le acompañaron el actor de teatro, cine y televisión, locutor y ponceño Carlos Ferrer; el cuatrista Andrés Yambó, director de la Casa Histórica de la Música en Cayey; el niño actor Damián, que utiliza Yo Penélope como parte del currículum adaptado a su edad en la educación en el hogar; el actor y estudiante de Derecho William Rodríguez Torres y el actor, historiador, poeta y escritor José Enrique Muratti Toro.

Luis Enrique Romero junto al Damián, el actor de nueve años que recitó el poema Desde otra luz. (Fotos de Alí Francis García)

El historiador y poeta José Enrique Muratti en su participación leyendo los versos de Amor en Sepia de Luis Enrique Romero. (Fotos ACL)

El rostro de sorpresa de Luis Enrique también fue poesía al escuchar sus versos en los hombres que fueron seleccionados para leerlos; la gran mayoría colegas y amigos muy cercanos. De igual manera, sus expresiones faciales delataban su asombro, al observar el alcance de sus versos en otros formatos como la pintura, el videoclip, la danza, la canción en vivo o el cortometraje que sus versos fueron los protagonistas de la interpretación de diversos artistas.

De las 111 tonalidades del color azul, hay varias presentes en los versos de Azul/ada, que fueron inspiración para el artista plástico Loubriel. El artista cayeyano realizó dos piezas para la presentación de Azul/ada, la primera titulada “Ecos de la montaña” se le quedó encerrada en el taller donde imparte clases y ante la imposibilidad de tener acceso a la pieza, se dirigió con sus colores, pinceles y un lienzo a la Casa Histórica de la Música en Cayey para realizar una nueva obra.  Su faena comenzó a las nueve de la mañana y ya a la hora de la presentación de Yo Penélope había completado otra interpretación hermosa releyendo, una y otra vez, los versos de Azul/ada para inspirarse a concretar “Estrella lapislázuli arrebolada».  La develación al público fue mágica, Loubriel se encontraba dando pinceladas mientras el público escuchaba en la grabación el poema recitado en voz de Kennix Ceballos.  De momento, Loubriel se pone en pie y le mostró la pieza al público y al poeta.  Al finalizar la presentación, tuvo el detalle de pedirle a Luis Enrique Romero que le firmara la obra.  Una manera muy hermosa de llevar la poesía a fusionarse en otra de las artes como la pintura.

El artista plástico cayeyano Loubriel realizó la interpretación de los versos de Azul/ada. (Fotos de ACL)

(Fotos de Alí Francis García)

¿Quién pudiera pensar que un poema se puede llevar al género urbano?  Precisamente, ese fue el gran reto que tuvo Ladiel, un artista emergente de 17 años, que musicalizó al ritmo urbano los versos de Sin cambas para una ausencia. Con su musicalización, Kennix Ceballos produjo un videoclip que se presentó al público en el que aparecía Ladiel junto a la actriz Kianny Ceballos como protagonistas.  Fue una gran sorpresa lo que se puede hacer con una buena letra a la que se le da el ritmo de un género por el que actualmente se reconoce a Puerto Rico internacionalmente.  Allí, muchos que son muy bohemios y gustan de la nova trova, de los boleros y otros géneros musicales ajenos al género urbano, pudieron apreciar cómo una buena letra hace la diferencia. (Foto de ACL)

La danza fue otra de las artes convocada al escenario.  A través de los movimientos corporales de la bailarina Mayra González Sánchez, el público pudo apreciar cómo coreografió los versos de Y no podrás gritarlo grabados en voz de Kennix Ceballos. La bailarina integró una silla con un gabán en el respaldo como parte de la utilería para apoyar su presentación artística.  El baile de su vestido blanco junto a las líneas de sus brazos y sus piernas al interpretar los versos del poema fueron un gran acierto.

El cantautor Elbin Torres acompañó los versos de Mis ojos arden con los acordes de su guitarra.  Luego de fundirse en un abrazo y antes de comenzar su participación artística dejó saber al público el profundo cariño que le une a Luis Enrique.  Los acordes ejecutados le dieron el sentimiento a la lectura de los versos. 

El cortometraje fue el recurso para representar el séptimo arte.  Víctor F. “Sonny” Hernández Cordero y Esthelín Cedeño dramatizaron el cuento corto Tú no eres tú, sin mi presencia cotidiana con el que Luis Enrique, cierra su poemario en la sección final De otras despedidas utilizando la prosa para sellar de manera genial otra visión del que espera.  Las capturas realizadas por Kennix Ceballos a los protagonistas en la realización del cortometraje le dieron intensidad a la historia que narra el cuento corto de Luis Enrique Romero. 

Breves comentarios sobre los poemas que componen Yo Penélope

Luis Enrique Romero ha logrado establecer su sello distintivo como poeta.  La espera es el eje central de su nueva entrega poética. Sus versos recogen múltiples sentimientos en los que se aprecian los anhelos, la nostalgia que produce el desamor cuando el amor se hace presente por su ausencia.  Su selección de palabras presenta las añoranzas del hombre que experimenta las partidas con protagonistas que se van al viaje distante, pero no quedan en el olvido esos instantes compartidos.

A través de los recursos literarios empleados, de los colores, de las figuras que le inspiran o lo que le inquieta, expresa una amplitud de sentimientos.  Su viaje en Yo Penélope comienza con los 11 poemas integrados en la primera sección titulada La partida, sensación similar a la experimentada por la Penélope que despide y se queda esperando 20 largos años por el regreso de su amado Ulises, el protagonista de La Odisea.  De la sección de La partida, transporta al lector a un viaje emotivo con los 31 poemas en la segunda sección titulada: De la añoranza y la espera en que teje con las palabras las sensaciones del hombre que espera, como la Penélope de Ulises que tejía y destejía durante su proceso de espera.  Para despedirse del lector, Luis Enrique cambió el verso por la prosa.  La tercera y última sección de su poemario es De otras despedidas, contiene el cuento corto Tú no eres tú, sin mi presencia cotidiana en el que plasmó otra visión del que espera y tiene el anhelado reencuentro a destiempo; historia con la que muchos se sentirán identificados.

Cierre de la presentación del poemario Yo Penélope de Luis Enrique Romero

Luego de la presentación de los diez poemas, Luis Enrique Romero deleitó a los presentes con una canción muy a tono con la imagen de la solapa de su poemario en que se le ve sentado bajo la lluvia.  Luego de escucharle cantar, “Cuando la lluvia cae” de Myrta Silva, los fundadores de la compañía teatral Komicar Esthelín Cedeño y su hijo Kennix Ceballos se dirigieron al público para concluir la exquisita presentación.  Esthelín Cedeño resaltó la amistad y la admiración que siente por el colega profesional de las artes Luis Enrique Romero y Kennix Ceballos presentó a los demás integrantes de Komicar: Pablo Alexis Santos, Lisa Marrero, Luis Miguel Juliá y Kianny Ceballos que forman parte de su equipo de trabajo.  A su vez, expresó que fue motivo de gran alegría realizar la presentación para apoyar otra de las facetas de uno de los actores de su compañía. 

Kennix Ceballos presidente de Komicar se dirige al público en la presentación del poemario Yo Penélope de Luis Enrique Romero.

El agradecimiento por lo realizado tras bastidores es una de las cualidades que resaltan los valores y la nobleza de los seres humanos que lo expresan públicamente.  Para finalizar la presentación, Kennix Ceballos se salió del libreto con el propósito de resaltar a tres personas que apoyaron a Komicar en el proceso de esa tarde-noche de celebración a las letras y a las artes.  Primero, agradeció a Andrés Yambó por facilitarles el escenario idóneo para realizar la presentación y le expresó la admiración que siente por su trabajo en las artes.  Segundo, agradeció a Luis Enrique por aceptar participar en lo que fue la primera producción grande de Komicar en su rol como El Aviador en El principito, el musical y también le agradeció por aceptar a ciegas que Komicar produjera una nueva presentación de su tercer poemario.  Tercero, para mi sorpresa, Kennix Ceballos me agradeció la colaboración como presentadora, en el análisis del poemario y en la realización del libreto.   

Luis Enrique se despidió del público agradeciendo a Komicar por la manera tan dinámica de presentar un libro, sin que se perdiera la esencia de lo escrito.  Destacó la importancia de la Sra. Elizabeth Vázquez Rosa, empresaria destacada del municipio de Caguas, quién fue la mecenas que auspició la publicación de Yo Penélope.  Para finalizar, resaltó la presencia de su hermano, el escultor Severo Romero Marrero, quién junto a su esposa y familiares estuvieron presentes entre el público que llenó a capacidad la Casa Histórica de la Música en Cayey.

Los estándares de la presentación organizada por Komicar, ponen la vara muy alta a futuras presentaciones con el formato que diseñaron para dar a conocer un nuevo texto.  La capacidad de trabajo de Kennix Ceballos merece reconocimiento particular, pues además de producir la presentación en general junto a su equipo de trabajo, grabó su voz para acompañar varias de las presentaciones artísticas, produjo el videoclip y el cortometraje con gran calidad. 

Enhorabuena para Luis Enrique Romero por culminar la espera en la que tenía a sus lectores que anhelaban disfrutar sus nuevos versos integrados en Yo Penélope.  Felicitaciones a Komicar por una presentación tan exquisita poniendo en alto las artes.