Un sueño cumplido «El encuentro inevitable” de Caribe Gitano

Foto de Félix Guayciba

Por: Amarilis Cintrón López- Historiadora

El Caribe borincano también tiene su sabor gitano con el junte de Ana Marta Arraiza, Carlos Esteban Fonseca, Rucco Gandía y su director musical Eduardo Reyes.  Su esencia como agrupación radica en su interpretación de exitosas composiciones transformadas a través de la fusión de sonidos con el distintivo de la música gitana que convirtieron en su sello. 

Al filo de las nueve de la noche del sábado, 4 de noviembre de 2023, llegó el momento para “El encuentro inevitable” en la sala del Moneró Café Teatro & Bar en el Centro de Bellas Artes de Caguas.  Un espacio íntimo en el que la audiencia pudo disfrutar de ese reencuentro de los puertorriqueños agitanados, que los deleitó por espacio de una hora y treinta y siete minutos. 

Tras doce años sin juntarse en un espectáculo musical, el tema Todavía de Armando Manzanero fue la embocadura de Caribe Gitano para ese encuentro inevitable.  Los cuatro miembros originales compartieron protagonismo en ese primer tema que fue ampliamente aplaudido por el público.  Para el espectáculo, se acompañaron de Henry Rodríguez (cajón y percusión) y de Jonuel Negrón (guitarra).  Le siguió La Negra Tomasa, iniciada en voz de Carlos Esteban Fonseca con el acompañamiento de Ana Marta y Censura cruel en voz de Ana Marta cuya interpretación le dio vida a esa mujer que se pierde y se encuentra en su letra. 

 

Carlos Estaban Fonseca mostró la emoción que sentía con sus expresiones por vivir “El encuentro inevitable” que estaba convirtiendo en realidad en esa noche.  “Ahora sí, buenas noches. Alegría, alegría de estar aquí”.  Confesó que tuvo que aguantar las ganas de llorar en la primera y la segunda canción; “yo soñaba con ésta noche”, mientras se escuchó entre el público un “ y yo”, seguido de otro “yo también”.  Continuó su intervención agradeciendo al público por estar presentes y añadió “se lo digo de corazón, gracias queridos.  Éramos muchos los que soñábamos con eso, la gente nos paraba en la calle y nos decían ¿Cuándo volverán a juntarse?”  Era el encuentro inevitable que se tenía que dar y se logró pasados doce años de su último.

La propuesta musical de Caribe Gitano fue traer temas reconocidos por todos, dándole el color, el sentido y la forma de la agrupación.  Su intención era permanecer en la memoria del público y que se reconociera la esencia de Caribe Gitano. A su vez, Eduardo y Rucco fungieron como compositores en temas que se destacaron. Con ese preámbulo, el público “acompañó” a Rucco Gandía y a su bajo en Acompáñame, tema que destacó que ha sido uno de los más grabados en la música hispana. 

Entre tema y tema, contaron al público historias de su trayectoria.  Una anécdota de cómo Ana Marta Arraiza se convirtió en la voz femenina del grupo Caribe Gitano se compartió a la audiencia, previo al siguiente tema que fue el primero que grabó con la agrupación y con la que pasó la audición.  Carlos Esteban relató que luego de hacer la prueba de audición, Ana Marta terminó de cantar y preguntó si les había gustado.  Recibió de respuesta el que su audición estuvo “nice”, pero Ana Marta estaba empeñada en formar parte de la agrupación y les dijo que la iba a volver a cantar y se iba a ir del lugar cuando fuera seleccionada como la nueva integrante.  Ana Marta resaltó que era “un sí o sí” y Carlos Esteban destacó que terminó siendo la voz principal del grupo Caribe Gitano.  Luego de la historia detrás de su incursión en la agrupación, dio inicio al tema Agua que no te has de beber.

Dentro del repertorio de Caribe Gitano, ya tenían tres temas grabados cuando llegó Ana Marta y seleccionaron que sería el tema Los ejes de mi carreta el próximo a grabarse por la agrupación. Al poema de Romildo Risso que musicalizó Atahualpa Yupanqui, el argentino cuyo nombre de pila es Héctor Roberto Chaverole, Caribe Gitano le integró una plegaria gitana que tradujeron del rumano al español, haciendo suya una versión de un tema ampliamente reconocido.   

Cuando le llegó el turno al humor de Rucco Gandía, comenzó por excusarse por haber escrito el tema Yo quiero que te mueras con la que se formó un vacilón junto a Carlos Esteban y Ana Marta.  Rucco resaltó que podía haber entre los presentes alguien que se arrepintiera de alguna pasada relación, o que alguno hubiera querido que esa relación desapareciera del mapa o que fuera de esas relaciones de la que nadie se acuerda que sucedieron o de las que se prefieren olvidar.  El tema dedicado a esas malas imitaciones de buenos amores que provocaron el sufrimiento en al contraparte tiene un título controversial, pero un mensaje importante para reflexionar.

Entre anécdota y anécdota, el público se fue enterando de las historias de cómo se seleccionaron o grabaron algunos temas, aspecto que creó una atmósfera de mayor intimidad.  Ana Marta advirtió que se prepararan porque venía una sección muy espiritual e indicó que una parte de la tradición de Caribe Gitano era darle espacio en solitario a los cantantes para integrar en la presentación.  Entonces, a petición de Eduardo Reyes, el director musical, se aprendió “El breve espacio en que no estás” de Pablo Milanés.  Según la agudeza musical de Reyes, el tema le iba a quedar bien y, definitivamente, logró cautivar a los presentes con su interpretación de ese tema que ha tenido tantas versiones, pero la suya es especial y la hizo especial.

Ana Marta interpretando “El breve espacio en que no estás” de Pablo Milanés.

Luego Una parte emotiva del concierto de Caribe Gitano la protagonizó Carlos Esteban Fonseca cuando realizó una presentación que indicó le llenaba de mucho orgullo el poder compartir escena con un «extraordinario músico, gran arreglista y director musical», que a su vez es un «gran cantante y un gran interprete, que ha escrito temas que van un poco más allá». Resaltó que a los compositores les gusta cuando sus letras con acogidas por el público que las hace suyas, pero «cuando los temas se quedan amarrados en la vida de la gente uno logra el máximo, pero si esos temas quedan amarrados en la vida de un pueblo, uno vive para siempre», palabras que dedicó a la presentación del tema Música que interpretó su cantautor Rucco Gandía.

En la búsqueda de hacer canciones, Carlos Esteban Fonseca relató que Abdiel Santiago le pidió que escribiera una canción que mencionara cosas de San Juan. Entonces, en una madrugada, ve a una pareja de deambulantes besándose apasionadamente al lado del carrito de compra donde llevaban las cosas. Esa mirada le permitió a Carlos Esteban reflexionar en las carencias que tienen los deambulantes y escribió el tema En San Juan que con Caribe Gitano interpreta a capela en un estilo de bulería en que el público le acompañó al ritmo de los aplausos.

Como aportación de Caribe Gitano para promover la paz que necesita el mundo, integraron una sección de temas para promover la paz.  Eduardo Reyes tuvo una participación en la que relató que un amigo le había mostrado un vídeo de un padre que había perdido a su hija de ocho años y se estremeció tanto con el visual que perduró en su memoria por varios días. Se cuestionó cómo el ser humano se destruye de manera bárbara y quiso hacer un momento de reflexión sobre lo que acontece hoy día a nivel mundial. El tema Spiritual con Eduardo al acordeón fue el preámbulo idóneo para que Rucco Gandía interpretara el clásico tema Ángel de la guarda, al que le siguió Sólo le pidió a Dios, en versión tango.

Como primicia, el público que asistió al Moneró tuvo el adelanto del aguinaldo navideño con el anuncio que la agrupación estaba decidida a repetir el concierto. A votación popular, escogieron el 30 de diciembre de 2023 para despedir el año en el Moneró con Caribe Gitano.

En un aparte, Carlos Esteban expresó que de sus vivencias en un viaje a Cuba que, recientemente, había hecho con su esposa Sofía de la Cruz, veía que cantaban Lagrimas Negras por doquier. En esa estancia, se puso a sonear en diferentes partes de la calle y negocios de Cuba, que precisamente, fue el siguiente tema que Caribe Gitano le regaló a los presentes en el Moneró, iniciada en voz de Rucco Gandía, seguida por Ana Marta y el propio Carlos Esteban que se puso a sonear diciendo «yo me voy a acordar de los que dijeron sí, el próximo 30 de diciembre yo espero verlos aquí» dando promoción al evento que recién acordaban realizar para cerrar un año exitoso del escenario que se ha convertido en un punto de referencia para disfrutar el concepto del café-teatro que ofrece el Moneró.

El concierto continuó con Yo no vuelvo a enamorarme en voz de Ana Marta y Carlos Esteban junto a Rucco Gandía en los coros. Entre el público se veía gente parada bailando y acompañándoles cantando el tema, mientras Ana Marta y Carlos Esteban daban pasos de baile en el escenario.

Para la interpretación del tema Más grande que grande de Draco Rosa, se les ocurrió inventarse una historia que compartieron como un canto profundo de una mujer taína enamorada de un soldado español. ¿Cuántas de aquí se han enamorado de un gringo? preguntó Fonseca. Entre el público gritaban «aquí, aquí», señalando a Frida quién relató que su compañero, con quién lleva 30 años de los cincuenta que él lleva viviendo en la Isla, caballero que aún preserva el acento, pero es tan puertorro como los nacidos aquí.

El tema de despedida fue Mareaíto para el cual Carlos Esteban le pidió a su compositor Rodolfo Barreras, conocido como Nava que subiera al escenario. También, le pidió a su sobrina, hoy día adulta, que le acompañara al escenario, pues cuando tenía tres años, le pedía con frecuencia que le cantara Mareaíto. El junte de Caribe Gitano con el compositor y la sobrina familia fue otro momento memorable de la velada. El público no quería dar por terminada la noche y fueron complacidos con la ñapa Manos del campo.

A la izquierda, Rodolfo Barreras «Nava» el compositor de Mareaíto, junto a Carlos Esteban, su sobrina, Ana Marta y Rucco Gandía.
Eduardo Reyes en el acordeón, junto a Henry Rodríguez (cajón y percusión) y Jonuel Negrón (guitarra).

Rucco Gandía en el bajo.

Foto de Félix Guayciba