Lleno de sentimiento dominicano y borinqueño el reencuentro de “Los Hermanos Rosario”

Foto de Félix Guayciba

Por: Bella Martínez

El concierto pautado para el 3 de septiembre de 2023 a las 8:00 p.m. en el Coliseo de Puerto Rico dio comienzo exactamente a las 9:00 p.m. cuando una explosión cargada de merengue se apoderó de la tarima.

Un escenario enmarcado bajo tres letreros estilo retro encendidos en neón, indicaba que “El reencuentro”, “Toño Rosario” y “Los hermanos Rosario” serían fieles a los 45 años de haberse establecido en Higüey, República Dominicana la emblemática agrupación merenguera; que a través de los años se ha mantenido vigente en la música a pesar las circunstancias de la vida. 

Durante los minutos iniciales del concierto, los cuatro hermanos -Toño, Rafa, Tony y Luis- se distinguieron del resto de la orquesta ataviados con unos vistosos conjuntos plateados que brillaban bajo el foco protagónico de la escena. Tras interpretar los primeros temas entre los que destacaron El palo y Me tiene amarra’o, haciendo alarde de su característico estilo “bomba”, el líder de la agrupación familiar -Rafa Rosario- dio las buenas noches al tiempo que agradecía al público boricua por haber adoptado a su hermano -Toño Rosario- como uno de los suyos. Un Choliseo lleno a capacidad por la ardiente fanaticada de “Los Hermanos Rosario” se estremeció con los aplausos para su consentido dominicano-boricua, según el mismo se auto denominó. Aquel momento puso en evidencia que Toño siempre será hijo de República Dominicana y de Puerto Rico, a partes iguales.  Toño tomó la palabra para expresar su gratitud, apoyando su breve mensaje con visuales y audios de su natal Higüey, las impredecibles yolas y el ritmo bomba.

Toño Rosario se separó de “Los Hermanos Rosario”, luego de estos últimos haber afianzado su carrera musical para en 1990 debutar como solista en Puerto Rico. Poco más tarde, Toño logró ser el primer merenguero que llenó la capacidad del Madison Square Garden

Temprano durante el concierto que sirvió para reencontrar a los hermanos, temas como Bomba, Tonto amor y Pecadora sonaron minutos antes de que Toño abriera paso a la presentación de su orquesta con la que puso al público de pie y en actitud de baile para el resto de la noche. Temas tales como La gozadera, Dale vieja y Víbora del mal dieron paso a la transición con la que Toño le dio la bienvenida a Oscarito Serrano; quien hizo parte del concierto interpretando Playa. Una vez Oscarito concluyó su intervención, Toño retomó con Quiero volver a empezar y Nao.

A eso de las 9:42 p.m. Toño animó lo que se convirtió en una fiesta antillana, mientras decía: “boricua, dominicano: recibamos como es a La Mujer de Fuego, Olga Tañón”, quien arrancó aplausos y gritos con su clásico Mentiroso; seguido de Estúpida en voz de Toño, rematado con Muchacho malo en voz de la eterna mujer de fuego.

Una vez Toño y Olga terminaron su “tira y tápate” hecho en tres canciones, Olga tomó la palabra para afirmar que “Los Hermanos Rosario” fueron el ejemplo a seguir por todos los que hicieron merengue desde la década de los ’80 en adelante; añadiendo que los Rosario fueron sus mentores en la música. Le siguieron los temas Ingrata, en voz de Rafa frente a Olga; seguido de Ya me cansé, y Kulikitaca; ambos en voz de Toño.

Ya entradas las 9:58 p.m. Toño reafirmó su doble sentimiento nacional con un: “dominicano y borinqueño soy” mientras Olga desaparecía de la tarima ante un público que la despedía ovacionándola de pie.   

Olga Tañón en el junte con Toño y los hermanos Rosario.

 

El espectáculo siguió con Morena ven, Fin de semana y Esa muchacha; anticipando el recibimiento de Grupo Manía, que prendió su participación con Desde que la vi, seguida de Rompe cintura, La morena y la Dueña del swing

El momento emotivo de la noche se dio durante el homenaje al mayor de “Los Hermanos Rosario”, el pianista y cantante Pepe Rosario, con la interpretación del tema Te seguiré queriendo. El homenaje conmemoró los 40 años desde que Pepe perdiera la vida no sin antes declararle a sus hermanos que su agrupación sería tan grande como El Conjunto Quisqueya. 

El último segmento despedía al público, que permanecía firme y animado, con los temas El lápiz, Adolescente, Borrón y cuenta nueva, Las locas y Cumandé. Una vez finalizado el concierto, desalojé el Choliseo en modo Rosario, mientras mi mente se repetía “caramba, caramba, ya viene el lunes; caramba, ya viene el lunes”…