Roy Brown, una trayectoria con la canción de conciencia como norte de su brújula.

Foto de Keila Ortiz Miranda

Por: Amarilis Cintrón López-Historiadora

El cantautor Roy Brown celebró su trayectoria musical con el concierto “La canción es una brújula” que ofreció en Centro de Bellas Artes de Santurce. El pasado, sábado, 12 de agosto de 2023 fue, literalmente, un viaje musical en un recorrido por un repertorio muy vigente entre las varias generaciones de puertorriqueños que llenaron a capacidad la sala Antonio Paoli.  Según el título de su espectáculo, las canciones con mensajes de gran conciencia social con las que se ha inscrito en las páginas de la historia musical de Puerto Rico mantienen a Roy Brown como uno de los cantautores puertorriqueños que tiene su norte bien trazado en la aportación que hereda a la patria.   

“Dime niña” fue el tema con el que Roy Brown inició la celebración a sus 55 años como cantautor, mientras en la pantalla de fondo del escenario, se observaban imágenes de los inicios de su trayectoria musical. 

El año 1968 pasaron muchos eventos importantes a nivel mundial y fue el año cuando Roy Brown comenzó a equilibrar su brújula al utilizar las canciones de conciencia social como su norte. 

Al sonido de un amplio aplauso, el público agradeció el primer tema de la veintena de composiciones que interpretó en las tres horas de duración del gran espectáculo producido por Alejandra Fuentes para Alexandra LLC. Los aplausos continuaron cuando la audiencia escuchó los primeros acordes que daban a conocer que cantaría “Antiguos baluartes”, tema incluido en la grabación “Yo protesto” de 1970. 

La bandera del Grito de Lares se proyectó al interpretar «Antiguos baluartes»

Al culminar, agradeció al público e hizo un reconocimiento especial.  “Gracias por estar aquí.  Estamos celebrando la música puertorriqueña, pero estamos yendo atrás, a la década del 70, donde apareció entre otros, este personaje, que se llama Roy Brown.  Una década en que donde trabajé mucho, grabé mucho y la verdad que pasé muchos tiempos difíciles, pero aquí estoy” que le mereció otro fuerte aplauso.  Como parte de su agradecimiento, le ofreció un reconocimiento y un saludo especial a Patria Vicente, su compañera en la década de los 70 y la madre de dos de sus hijas (Yarí y Lara) a quién le agradeció y le expresó que “sin ti no estaría aquí”. 

Un exquisito juego de luces a cargo del equipo de luminotécnicos dirigidos por el maestro Quique Benet resaltó en la presentación de “No me sulfuro más” y en “Yo no sé cuál es la verdad”.  Roy Brown destacó que el haber grabado un disco como Yo protesto en la década convulsa de 1970, le trajo reacciones de su familia y como respuesta, escribió “Pal viejo y que adivine” en la que plasmó sus convicciones y su relación familiar.  Una serie de fotografías familiares complementaron la interpretación.  

“Negrito bonito” tuvo como introducción el reconocimiento de la diáspora puertorriqueña.  Para el tema “Mr. con macana” expresó “la culpa de todo la tuvo la YUPI, la Universidad de Puerto Rico” que desató masivos aplausos entre la audiencia.  Se observaron imágenes de momentos de la lucha estudiantil de la década de los 70 en que los agentes del orden público desataban el desorden con la violencia ejercida en el principal centro educativo de la Isla y ocasionaron el asesinato de Antonia Martínez.   Con las fotografías se recreó el motivo que inspiró a Roy Brown a componer esa letra tan significativa para el publico que le acompañaba en la interpretación con aplausos y con la voz coreando sus frases. Justamente, fue en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico el lugar donde Roy Brown equilibró su brújula al escuchar a Daniel Santos y decidió que quería hacer música de conciencia social, que ha marcado su larga trayectoria musical y la ha convertido en su sello distintivo.

Imágenes de la lucha estudiantil de los setenta se proyectaron durante la interpretación del tema «Mr. con Macana»

Para el tema que continuaba invitó a pasar a un gran amigo en la música, al que quiere y lo quiere, fundiéndose en un fuerte abrazo con Tito Auger.  Juntos interpretaron «Monón», cuya letra es una descripción literal de como el hombre del destino nunca llega y cómo los yanquis llevan fuego donde quiera que llegan.  Tito Auger cantó en solitario “Señor inversionista” y “Música Antigua”, una canción hermosa que le dedicó a su esposa, en el sexto aniversario de enlace matrimonial que cumplían esa misma noche.

Roy Brown recibe a su primer invitado Tito Auger.

Roy Brown junto a Tito Auger interpretando el tema «Monón»

Roy Brown, junto a su hijo Emil, relatando la historia de «Juana en Manhattan 1972», el emotivo tema que estrenó en su concierto.

La historia detrás de la historia de la canción es una muestra de cómo la empatía de los amigos y del apoyo de la familia resultan vitales en la vida.  Sobre la letra de la canción que estrenó y cantó por primera vez, Roy Brown expresó “el texto lo empecé a escribir en 1972; hice muchísimas versiones, traté de ponerle música y no funcionaba, pero seguí tratando.” Añadió que “como todas las canciones son una historia” y había terminado su segundo disco, “Basta ya… revolución”, pero necesitaba dinero para sacarlo.  Compañeros del MPI le sugirieron ir a Nueva York para hacer una recaudación y José Alberto Álvarez Febles estaba a cargo de esa misión; hizo varias llamadas y lo llevó a varios lugares.  En una de esas visitas lo llevó a donde una amiga de la UPR-PR que lo envió a buscar y llegaron a un barrio de Manhattan llamado Hell’s Kitchen, a un edificio de prostitución.  Llegaron al tercer piso y entraron al cuarto donde estaba una dama recostada en su cama.  Esa dama de nombre Juana, le recordó a José Alberto sus años en la UPR-RP y le indicó a Roy que lo había escuchado cantar frente a la emblemática torre en una protesta por el bombardeo de Vietnam. Juana le dice “sé que te botaron del trabajo” y Roy Brown relató como “ella sacó de debajo de su almohada un saco de dinero que resultaron ser $500 USD en 1972”. 

Juana creyó en el talento de Roy Brown y con ese gesto de desprendimiento absoluto en que demostró la empatía se mantuvieron presente en la vida de Roy Brown quién inmortalizó a su mecenas con el título Juana en Manhattan 1972.  El undécimo tema de la noche está cargado de emoción al saber que fue Juana, quién apoyó su trabajo musical y que fue su hijo Emil quién le ayudó a completar los arreglos musicales de un tema que llevaba 51 años esperando por culminarse.  Fue emotivo ver el dueto padre e hijo cantar y ejecutar sus guitarras con un hermoso tema que fue ampliamente aplaudido.  Emil le realizó un homenaje a su padre con un solo de guitarra, a través de la cual demostró su capacidad como cantautor y como instrumentista.  Luego, dejó la guitarra para acompañarse de la banda y realizar la “Descarga #51” que bien vitoreada.

Una fotografía de Don Pedro se proyectó en el escenario con un hermoso juego de luces en azul y violeta durante su interpretación de “Canción de Pedro”

Emil presentó a la tercera invitada de Roy Brown, la cantautora Zoraida Santiago en un homenaje al maestro Pedro Albizu Campos.  con el tema «Canción de Pedro», a la que continuó con “Balada de otro tiempo” en la que Fabiola, la hija de Roy Brown ejecutó una hermosa coreografía como bailarina profesional de ballet. Una hermosa combinación entre canción y danza. 

Un emocionado Roy Brown regresó al escenario y todo emocionado se unió en un abrazo con su hija Fabiola.  “Sal a caminar”, la canción cuya frase “La canción es una brújula” dio título a su nuevo reencuentro con su fiel público fue el siguiente tema con el que su fanaticada se deleitó en un espectáculo de tres horas de duración.  Hay que resaltar que el público le aplaudió de pie al finalizar su hermosa interpretación.

Del tema “Pillo buena gente” destacó que era controversial.  Una presentación con imágenes de gobernantes y presidentes de los Estados Unidos, junto a funcionarios de gobierno que han defraudado a los constituyentes con sus ejecutorias, de algunos que han sido convictos por sus actos de corrupción como Víctor Fajardo, Julia Keleher, Freddy Valentín, Edison Misla Aldarondo, Jorge de Castro Font y de otros como los primos del gobernador actual o de figuras que están en espera de juicio como la exgobernadora Wanda Vázquez y la exlegisladora María Milagros Charbonier se proyectaban de fondo, desatando el repudio del público.

Roy Brown resaltó la presencia de Jan Susler,  la abogada de los presos políticos y de Oscar López quienes fueron ovacionados y a quienes quiso honrar con unas décimas del poeta nacional Juan Antonio Corretjer dando comienzo a “En la vida todo es ir”.  Un saludo especial del hermano cubano se proyectó, antes de presentar el tema “Arboles”. 

Para el tema “Fabiola”, su hija Fabiola lo acompañó con otra hermosa coreografía.

El concierto continuó con los temas “Serenata” acompañado de su amiga y hermana Zoraida Santiago, siguió “Encántigo”, “Aires bucaneros” y “Sabor a fruta”.  Para el tema que se ha convertido en un himno para los puertorriqueños “Boricua en la luna” se acompañó de Tito Auger y de Zoraida Santiago.  Casi en la despedida cantó “Oubao Moin” y llamó a sus hijos Emil y Fabiola para que le acompañaran en el escenario.  El magistral cierre de una noche espectacular lo realizó con las décimas “Ahora me despido“ de Don Juan Antonio Corretjer y con un público totalmente en pie que le acompaño a cantar “Verde luz” en homenaje al cantautor Antonio “El topo” Cabán Vale. 

Roy Brown agradeció Alexandra Fuentes, al Dr. David Bernier y al Lcdo. Juan R. Ward-Cid de Alejandra LLC como productores del espectáculo, al sonidista Danny Ortiz, a Ángel Morales “El indio” su primer socio para 1968, al equipo de iluminación de Luis Felipe Rivera y Luis Benet, dirigido por Quique Benet. Presentó a la extraordinaria banda que le acompañó, dirigida por el gran Tato Santiago (teclado) que junto a Tony Asencio (bajo), Manny Ojeda (batería), Benito Carrillo (cuatro), José Flores (guitarra/coro) y Benitza Toro (coro) ofrecieron un gran concierto. Roy Brown extendió su agradecimiento a su Relacionista Publico y amigo personal Tito Caldero que cuidó cada detalle del concierto y, por último, agradeció a su esposa Emilie Viqueira que siempre le acompaña.

Definitivamente, un gran equipo de trabajo logra un espectáculo de altura como el que los fanáticos de Roy Brown pudieron disfrutar con “La canción es una brújula”.

Fotografías de Keila Ortiz Miranda