Por: Amarilis Cintrón-López – Historiadora
Un concierto para resaltar la cultura puertorriqueña y su amor por su patria fue el agasajo con el que el cantautor Hermes Croatto deleitó a los asistentes que se dieron cita, a sala llena, en el Teatro Tapia en el Viejo San Juan en el primero de sus tres encuentros con su público, el viernes, 14 de octubre de 2022. Croatto cumplió su promesa de presentar una refrescante propuesta musical, resaltando lo que es vivir la puertorriqueñidad, mientras fue mostrando las diversas maneras en que se puede manifestar el amar.
El ser un ciudadano de bagaje cultural amplio y de gran sensibilidad se reflejan en los mensajes que como cantautor expone y en la selección musical con la que logró conectar con su público. El encuentro con su fanaticada estuvo matizado por un repertorio que provocó una conexión íntima con los espectadores que le reciprocaban con constantes aplausos sus magistrales interpretaciones.
Escuchar a Hermes Croatto, evocó el sentir la influencia de su fenecido padre, Tony Croatto, en un estilo refrescante con la mezcla de sonidos que le integra para establecer su sello distintivo como cantautor. En el escenario, proyecta esa sensibilidad y la pasión que le mueven como artista dedicado a enaltecer la patria.
Hermes Croatto, hijo del cantautor puertorriqueño, nacido en Italia y ciudadano universal, que amó a Puerto Rico como su nación, demuestra su conciencia social a través de sus letras y los proyectos visuales que acompañan a sus canciones. Es preciso observar los cuatro episodios de Reconectando, para tener una idea de cuán arraigado está en su ser ese amor por la patria que le inculcó su padre y que sigue emulando en su carrera como musico profesional.
Su concierto, fue una compilación entre sus letras como cantautor y un homenaje a su padre, Tony Croatto, quién precisamente se hizo muy presente en el espectáculo cuando, después de cantar el coro de “qué bonita bandera” realizó un hermoso relato de cómo se gestó la letra de Antillano en esa búsqueda de encontrarse así mismo. Sobre todo, viniendo de un padre emigrante que amó a Puerto Rico como su nación y que le inculcó ese amor por la tierra que le vió nacer, sentía la necesidad de saber lo que era como ser humano y lo logró al identificarse como antillano, como isleño y como criollo borinqueño.
La letra de Refundar se acompañó de una invitación a refundar la libertad mientras ofreció una explicación de la palabra libertad. Destacó que en términos políticos la palabra libertad tiene una connotación, pero en su canción, alude a la libertad del ser humano como persona. “Este es nuestro hogar, esta es nuestra patria, en la manera que seamos libres, ella (la patria) también lo será”, expresó Hermes Croatto para posteriormente expresar que escribió varios versos de la composición, pero que tomó prestados fragmentos de compositores, próceres y poetas puertorriqueños personas importantes para él como lo son Don Pedro Albizu Campos y el Dr. Ramón Emeterio Betances. Así fue como concretó una colaboración simbólica, entre la fusión de sus letras con las de varios autores que están hilvanadas en la canción Refundar.
Como parte de los autores que integró en tema Refundar, causó conmoción entre la audiencia cuando declamó el poema “Padre nuestro” del Padre Ángel Darío Carrero. Los asistentes aplaudieron efusivamente cuando escucharon los versos “danos fuerzas todos los días para luchar por la tan ansiada libertad, perdona nuestros errores Señor, faltas en este camino, como nosotros perdonamos a los que nos torturan, no permitas que seamos indiferentes al dolor y que justifiquemos la injusticia, libranos de los que quieren comprar nuestra voz para implantar su propio reino de muerte” que luego del aplauso completó con el “yo nací aquí, yo soy de la carne de cada uno de ustedes, Puerto Rico yo soy del espíritu de cada uno de ustedes, nosotros los hombres pasamos y las mujeres también, pero los principios se quedan y triunfan, libres”. Refundar la libertad es una invitación a repensar las vivencias del puertorriqueño que aún carece de plena libertad.
Así mismo, su conciencia social lo llevó a destacar la importancia de replicar en las nuevas generaciones de puertorriqueños el amor al trabajo agrícola. Se inspiró en la experiencia que tuvo al ver cómo Dagmar Cartagena, maestra de agricultura de la escuela del barrio Botijas de Orocovis le transmitía la pasión y el amor por la madre tierra a sus alumnos para hacer un homenaje que tituló Madre Tierra Bendición. Una fusión de sonidos exquisitos con una letra que exalta el valor del trabajo agrícola y el amor a la naturaleza.
Parte de la velada, tuvo un momento especial en el cual recreó la sala de su hogar para darle un toque íntimo al encuentro con la fanaticada. Ese instante inició con Hermes Croatto sentado en un banquillo en el medio del escenario, que dio paso a un recorrido por sus raíces musicales en el que presentó la historia de su fenecido padre, Tony Croatto. Momento que produjo esa conexión especial entre el público con tres generaciones de músicos adultos de la familia Croatto que le acompañaron; su primo Leonardo Croatto y su sobrino Ale Croatto.
Uno de los aciertos de ese encuentro de los Croatto estuvo en el relato de las anécdotas de los primeros años de su padre y sus hermanos, cuando conformaron la reconocida agrupación musical TNT (Tim, Nelly y Tony). El recorrido musical exaltando la figura de Tony Croatto, incluyó fragmentos de las milongas camperas, que como destacaron Leonardo y Hermes, fue el primer contacto de su padre con la música. Le acompañaron a cantar la milonga Atahualpa Yupanki, Leonardo Croatto en voz y el tambor y Ale Croatto en la guitarra. Un estilo que presentó fue el malombo, que imita el galope y que es parte de esa fusión musical que destaca a su padre. Hermes relató como Tony Croatto compartía en su hogar la fusión de ritmos de otros pueblos con las letras de puertorriqueños que convirtió en poesías musicalizadas como hizo con los poemas de Luis Llorens Torres.
Un momento muy emotivo que desató fuertes aplausos del público fue observar las cuatro generaciones de Croatto en el escenario, cuando su hijo Mauro se integró para interpretar el tema “12 de octubre” que alude al nacimiento del hispanoamericano que se forjó a raíz del encuentro de culturas. Poco antes de la entrada vitoreada de Mauro, resaltó que hay canciones multiculturales que recogen todo en una sola letra y a tono con la conmemoración de un evento histórico que transformó la historia de la humanidad, dijo “tiene tantos nombres ya, no es descubrimiento porque ya estábamos aquí, ese encuentro entre las razas, que guste o no guste, se dio y aquí estamos nosotros, como parte y como resultado de esa unión.” Luego de ese emotivo encuentro del cuarteto de Croattos, Hermes interpretó Agüeybana, un tema que resalta la bravura del cacique de Borikén.
En Hermes Croatto se desprende su compromiso social a través de las letras con un gran valor educativo y amor a la nación. Su presencia escénica transmite paz y logra conectar su interpretación con el espectador de manera magistral. Vive lo que canta y hace vivir lo que siente por cómo se vive las letras con sentido que musicaliza. Se resaltó entre los asistentes la presencia de su abuela a quién le reconoció la voz entre los asistentes antes de cantar la sublime canción “Los carreteros”, a la que le siguió “La serranía” que fue acompañada de las palmas del público.
Con una de las composiciones esperadas por la audiencia, “Mujer de 26 años”, hizo constar que fue de las primeras que Tony cantó en solitario y resaltó la presencia de su madre Glorivee. Posteriormente, hizo un aparte para complacer una petición de una señora que le pidió cantar la reconocida canción de “Cucubano”.
Muchos cantantes se acompañan de músicos, pero para Hermes Croatto, él es quién acompaña a los músicos que comparten la pasión por la música. En medio de la canción “La máquina” aprovechó para presentar a los nueve virtuosos ejecutores de instrumentos de quienes se siente su cantante. “Yo soy el cantante de ellos, ellos no son mis músicos”, dijo Hermes Croatto antes de dar a conocer los nombres y unas emotivas descripciones de cada uno.
Los distintos sabores y las texturas en la ejecución del cuatro puertorriqueño estuvieron a cargo de José Eduardo Santana de Raíces Progresivas, Rafael “Joey” González encargado del barril de bomba y de la programación y teclados, Carlos “Toro” Ortiz, su maestro de guitarra, lo acompañó en el bajo, Efraín Martínez del proyecto musical Raíces estuvo a cargo de la batería, Abdiel Serrano en la guitarra eléctrica, la representación femenina estuvo en Stephanie “Fefa” Mercado en los coros y la flauta, Diego Centeno en la percusión, David Marrero en los barriles y percusión menor. Su sobrino Ale Croatto estuvo en la guitarra y es el director musical que le da forma a sus proyectos, completaron los integrantes de este banquete musical.
Un fragmento visual de Tony Croatto hablando de la fusión de instrumentos musicales fue el preámbulo de la canción “Sabor Boricua”. El tema destaca las particularidades que están presentes en los sabores distintivos de algunos pueblos que componen la diversidad que distingue a Puerto Rico.
Para Hermes Croatto, convertir los sentimientos en canción ha sido el resultado de la colaboración de sus colegas e insta a la importancia del apoyo para sacar lo mejor del ser humano en su proceso de evolución. En “Esperando”, tanto el sonido en combinación con la letra son un gran acierto para desnudar sus sentimientos cautivando las emociones a través de lo profundo de su letra de tono romántica. “Piel azul” es un tema hermoso, dedicado al mar que bien sus metáforas pueden ser utilizadas para compartirlas a ese ser amado donde se aspire a germinar la semilla del amor.
El mar y el amor han formado parte de la inspiración del cantautor. Fue precisamente en el mar, específicamente, en la playa de Piñones el escenario que le sirvió para iniciar el viaje del amor que emprendió junto a su hoy día esposa, Viviana, viaje del que jocosamente dice que no quiere regresar desde que lo inició. Esa hermosa historia de amor surgió por la coincidencia de descubrir que ambos habían nacido un 11 de noviembre con un año de diferencia; historia que Croatto supo inmortalizar al convertirla en una canción que tituló “Isla de tus ojos”.
Para “La voz del monte” quiso hacer una canción que tuviera el estilo de su padre y reseñó que tuvo como recurso a dos músicos de Tony Croatto: al percusionista, Papo Cabrera y al flautista, Julito Vega. Los ritmos le recuerdan a su niñez y por eso el título evocando sus memorias del monte de Caimito. Continuó su presentación, dedicándole Borikén al público; canción que fue lanzada antes del inicio de la pandemia. Las pantallas del escenario resaltaron visuales de la bandera puertorriqueña que estaban sincronía con un juego de luces en blanco, azul y rojo alusivos a la monoestrellada. El público le aclamó por una última canción, que fue concedida al son de “Yo habito una tierra luz”, pieza que fue acompañada por las palmadas de una audiencia totalmente de pie. Hermes Croatto, al culminar la frase, “Yo soy tuyo Puerto Rico pa’ lo que quieras mandar” recibió como regalo un prolongado aplauso como agradecimiento ante tan exquisita velada musical.
El espectáculo finalizó cerca de las 11:00 p.m. con un público que pudo estar mucho más tiempo de las poco más de dos horas que duró la experiencia sensorial auditiva y visual que ofreció Hermes Croatto. El escenario tuvo un excelente juego de luces y un sonido claro que supo armonizar todos los instrumentos mientras destacaba la voz del cantautor a lo largo de toda su presentación.
La segunda función del sábado, 15 de octubre de Hermes Croatto, el concierto está totalmente vendida (sold out). La producción TM Entertainment, Inc., abrió una tercera función para el domingo, 16 de octubre a las 4:00 p.m. Para boletos e información: ticketera.com.