Reseña por: Yadira Maldonado Guindín
El Coca Cola Music Hall fue testigo de un espectáculo excepcional, con la presentación de Natalia Jiménez en su GiraInternacional 2025 La Jiménez. La madrileña, ofreció un concierto que funcionó la emoción, nostalgia y elegancia en un espectáculo memorable. Con su carisma inigualable, sentido del humor y una versatilidad en el vestuario que dejó a todos maravillados, la cantante reafirmó las razones por la cual es una de las voces más admiradas de la música.
Este reencuentro con su público puertorriqueño fue particularmente especial. No solo expresó su profundo cariño por la Isla del Encanto, a la que considera su barómetro para medir el éxito de sus giras internacionales, sino que también compartió un momento memorable con su hija, quien la acompañó en esta visita y se robó el corazón de los presentes con su simpatía.
Desde el inicio, Natalia dejó claro que la noche estaría llena de emociones. La apertura del concierto fue un viaje a la nostalgia con tres clásicos de la música: “El triste”, “Vivir así es morir de amor” y “Gavilán o Paloma”, interpretaciones que provocaron ovaciones y transportaron a los asistentes a los recuerdos del romanticismo.
La velada continuó con un recorrido musical que incluyó un medley de Antoligía y éxitos como:“Niña”, “Creo en mí”, “Me muero”, “Quédate con ella” y “El sol no regresa” las cuales fueron coreadas e interpretadas a todo pulmón por el público, haciéndose sentir en el lugar. Además, aprovechó la oportunidad para rendir homenaje a grandes íconos de la música como: José José, Camilo Sesto, Juan Gabriel, Rocío Dúrcal, Marco Antonio Solís, entre otros, demostrando su admiración y respeto por las leyendas que la han inspirado en su trayectoria.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Natalia invitó a su hija al escenario. En un gesto de ternura, en donde la pequeña saludó a los asistentes y con la complicidad del público, fue testigo de un mar de luces que iluminaron la sala con los celulares encendidos mientras su madre interpretaba “Algo más”. Este instante conmovedor dejó claro que, además de ser una gran artista, Natalia también es una madre orgullosa que disfruta compartir su mundo con su hija.
A lo largo de la noche, Natalia no solo deslumbró con su voz, sino también con una serie de cambios de vestuario que reflejaron su versatilidad y elegancia. Uno de los más despampanantes de la noche lo fue su vestido de mariachi, durante su interpretación de los temas “Me gustas mucho”, “Gata bajo la lluvia” y “Si nos dejan”.
Con una trayectoria que abarca más de dos décadas, Natalia Jiménez ha sabido consolidarse como una de las intérpretes internacionales más versátiles y queridas del mundo y sobre todo en la aísla del Encanto. Su paso por Puerto Rico con La Jiménez, dejó claro que su talento y conexión con el público boricua es más fuerte que nunca.
(Fotos de Félix Guayciba)
(Fotos de Félix Guayciba)
(Foto de Yadira Maldonado Guindín)
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