Emblemático regreso de la agrupación Night Ranger a suelo Boricua

(Foto de Félix Guayciba)

Reseña por:  Yadira Maldonado Guindín

El Coca Cola Music Hall se convirtió en el rincón del rock, cuando Night Ranger subió al escenario como parte de su gira Greatest Hits Tour. La legendaria banda, con aproximadamente 43 años de trayectoria, fue recibida con una ovación ensordecedora por sus fieles fanáticos puertorriqueños, quienes celebraban la oportunidad de verlos nuevamente en la Isla del Encanto. Desde los primeros acordes, quedó claro que la energía y el virtuosismo de la agrupación siguen intactos al pasar del tiempo, dejando en evidencia una de las bandas más trascendentales del género.

El grupo, compuesto por Jack Blades (bajo y voz), Brad Gillis (guitarra líder), Keri Kelli (guitarra rítmica), Eric Levy(teclados) y Kelly Keagy (batería y voz), desplegó una presentación impecable en la que cada miembro brilló con su  propio talento. Blades, con su carisma inigualable y su potente voz conectó con el público a cada instante. Gillis, por su parte, deslumbró con sus característicos solos de guitarra llenos de precisión y sentimiento, mientras que Kelli complementó con su gran energía en las cuerdas rítmicas. Por otra parte, Levy aportó la riqueza de su virtud en el teclado, dando profundidad a cada tema y Keagy, además de mantener el ritmo con su batería, se lució vocalmente en temas emblemáticos de la banda.

La noche estuvo marcada por un recorrido musical por los grandes éxitos que han definido a Night Ranger durante su trayectoria. Este magno repertorio incluyó clásicos como: Rockin America, con el que arrancaron la velada, seguido de la emotiva 4 AM” y la enérgica 7 Wishes, provocando la emoción del público. Otros temas que formaron parte del repertorio musical lo fueron: “Sing Me AwayComing of AgeCall my NameSentimental, “Passion Play, “Secreat, su éxito Night Ranger, “High Enough, Close Your Eyes, tema que evocó nostalgia en los asistentes y Dont Tell Me You Love Me.  El tema encargado del cierre de la noche lo fue el incónico,   Sister Christian, himno de los años 80 que hizo que todo el recinto cantara al unísono, creando una atmósfera mágica e inolvidable.

El público disfrutó no solo de los grandes éxitos de la banda, sino también de la oportunidad de escuchar las ejecuciones individuales de cada integrante, en las que todos demostraron su maestría musical. Las ovaciones no cesaban y la conexión entre la banda y sus fanáticos fue evidente en todo momento.

Durante todo el concierto, Night Ranger agradeció profundamente el cariño incondicional de sus seguidores boricuas, recordando que Puerto Rico siempre ha sido un lugar especial para ellos.

Con una producción impecable, una energía arrolladora y un setlist que abarcó lo mejor de su carrera, Night Ranger reafirmó su legado como una de las bandas más emblemáticas del rock a nivel mundial. Su paso por el Coca Cola Music Hall no solo fue una celebración de su trayectoria, sino también un recordatorio de que el buen rock nunca pasa de moda.

(Fotos de Félix Guayciba)

(Fotos de Yadira Maldonado Guindín)

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