Banquete musical en el homenaje al legado de Eddie Palmieri en el Coca Cola Music Hall

(Foto de Félix Guayciba)

Reseña por: Yadira Maldonado Guindín

La noche del sábado se convirtió en una celebración inolvidable de la música y el legado de Eddie Palmieri, en un homenaje dirigido con maestría por Humberto Ramírez en el Coca Cola Music Hall. Acompañado por un ensamble de músicos excepcionales y con la voz principal de Hernán Olivera, el evento rindió tributo a un artista que ha sido pieza clave en la historia del jazz latino y la salsa. Con una fusión de ritmos electrizantes y arreglos magistrales, la velada se convirtió en un banquete musical para los amantes del género.

Desde los primeros acordes, quedó claro que este concierto sería una noche de alto nivel interpretativo. La banda, conformada por músicos de renombre, demostró una conexión inquebrantable, logrando una ejecución perfecta en cada pieza. La sección de metales, con Fernando Marcano y Roberto Texeira en la trompeta, Eliot Cintrón y Danny Fuentes en el trombón entregando una potencia sonora inigualable, complementada a la perfección por la base rítmica de Odanis Velázquez en el bajo y Manolo Navarro en el piano. La percusión estuvo a cargo de Camilo Molina en los timbales y los legendarios Little Johnny Rivera y Richie Flores en las congas y bongó. Por su parte, el maestro Nelson González en el tres aportó ese sonido inconfundible que enriqueció aún más la velada.

La energía en el recinto creció con cada interpretación, mientras Hernán Olivera impregnaba cada tema con su potente voz y sentimiento. Antonio Hernández, al frente del coro, añadió la profundidad vocal que caracteriza el sonido de Palmieri. Entre los momentos más impactantes de la noche estuvieron las interpretaciones de clásicos como “Óyelo que te conviene”, “Tirándote flores”, “Lindo Yambú”, “Muñeca” y “Vámonos pal monte”, cada una recibida con entusiasmo por un público, que no dejó de corear y celebrar la música del maestro.

El repertorio exploró diferentes etapas de la carrera de Palmieri, resaltando su faceta como compositor y arreglista. Cada pieza fue ejecutada con un respeto absoluto por su legado, manteniendo la esencia de sus composiciones mientras la banda presentaba su propia personalidad en cada interpretación. La noche alcanzó su punto culminante con la participación especial del majestuoso David Sánchez en el saxofón, quien con su virtuosismo aportó una dimensión única al homenaje. Su solo, lleno de matices, entrega y emoción, dejó una huella imborrable en la audiencia.

Más allá de la música, este tributo fue un testimonio del impacto de Palmieri en la historia de la música latina. Con una trayectoria que abarca más de seis décadas, ha sido un innovador en el jazz latino, la salsa y otros géneros, creando un sonido que sigue influenciando a generaciones de músicos. Sus composiciones, marcadas por la complejidad rítmica y armonías sofisticadas, han trascendido en el tiempo y esta noche quedó demostrado por qué sigue siendo una figura indiscutible para la historia musical.

La conexión entre los músicos y los asistentes fue palpable, con momentos en los que las palmas y los coros espontáneos se convirtieron en una extensión de la banda. Fue una noche donde el legado de Eddie Palmieri se celebró con la grandeza que merece.

Este homenaje no solo fue un reconocimiento a la trayectoria de un genio musical, sino una prueba del impacto eterno de su obra. Al final de la noche, los aplausos interminables confirmaron lo que ya era evidente: Eddie Palmieri sigue siendo un pilar fundamental de la música latina y su legado vivirá por siempre.

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