Reseña por: Yadira Maldonado Guindín
La Sala Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes de Santurce con un lleno total recibió al aclamado pianista argentino Raúl Di Blasio. El artista ofreció un recital cargado de emociones, acompañado magistralmente por la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico bajo la dirección del maestro Ángel “Cuco” Peña. Indiscutiblemente, fue una noche que resaltó el talento, carisma y calidez de un artista profundamente agradecido con su público.
Silverio Pérez fue parte del espectáculo de la noche, siendo este en encargado de la presentación del artista antes de presentarse en el escenario. El concierto comenzó con un aire sublime y mágico cuando Di Blasio interpretó “Mi viejo San Juan” y una de sus icónica piezas “Penélope”. Desde el primer acorde, quedó claro que la noche sería un recorrido por la majestuosa trayectoria del pianista junto a la Filarmónica ofreciendo un toque perfecto elevando cada interpretación a nuevas alturas.
Di Blasio no solo conquistó con su virtuosismo en el piano, sino también con su carácter afable y sentido del humor. A lo largo de la noche, se tomó momentos para interactuar con el público, compartiendo anécdotas personales que despertaron risas y aplausos. Entre sus historias, recordó con cariño cómo Puerto Rico jugó un papel crucial en el inicio de su carrera, abriéndole las puertas al mercado internacional.
Además de su destreza musical, el pianista destacó por su generosidad hacia la audiencia. En un gesto simbólico que ya es tradición en sus conciertos, Di Blasio entregó rosas rojas al público, creando momentos íntimos y memorables que reflejaron su profunda conexión con sus admiradores.
El repertorio incluyó “Nuestro poema”, una pieza la cual tocó por primera vez en público y su interpretación de “Corazón de niño” una obra que reafirma su habilidad para transmitir emociones universales a través del piano.
El maestro Ángel “Cuco” Peña y la Orquesta Filarmónica añadieron un toque de único al evento, con arreglos musicales diseñados especialmente para esta ocasión. La complicidad entre Peña y Di Blasio fue evidente logrando una sinergia que dio vida a cada nota y mantuvo al público inmerso en la experiencia. A lo largo del concierto, Di Blasio enfatizó el cariño que siente por Puerto Rico y lo agradecido por haberlo recibido con los brazos abiertos.
Hubo momentos con toques especiales como lo fueron la interpretación de piezas navideñas y otras autóctonas de nuestra Isla del Encanto como “Mi Viejo San Juan”. La audiencia visiblemente emocionada, acompañó con aplausos y muestras de admiración demostrando una vez más el amor que este público siente por el pianista argentino.
Otro de los momentos disfrutados por el público fue la interpretación de “Cumbanchero” siendo este uno de los temas más aplaudidos de la noche. El evento cerró con una despedida cálida, con Di Blasio agradeciendo a Rafo Muñiz por creer en el y al público por su lealtad a lo largo de los años. Con un último gesto de agradecimiento el artista regaló las últimas rosas y prometió volver pronto a una isla que considera su segundo hogar.
Raúl Di Blasio, con su talento y carisma demostró por qué sigue siendo uno de los pianistas más queridos del mundo. Su combinación de virtuosismo, humor y humildad transformó esta velada en un recuerdo imborrable para todos los asistentes.