Casi 50 años al son de Haciendo Punto

(Foto de Keila Ortiz Miranda)

Por: Amarilis Cintrón López – Historiadora

El concierto Casi 50 años de Haciendo Punto en Otro convocó por dos noches consecutivas a la fanaticada que llenó a capacidad la Sala de Festivales Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré en Santurce.  El primero de los espectáculos se realizó el sábado, 10 de agosto de 2024.  Al entrar al auditorio, se observaba un impresionante despliegue de instrumentos de los músicos que acompañarían a la agrupación en el escenario. 

Los asistentes tenían una idea de que se haría un recorrido musical por esos Casi 50 años de conformado Haciendo Punto, pero lo que ofrecieron fue mucho más.  La extrema organización entre el repertorio ofrecido, los invitados y los visuales que guiaron a la audiencia en ese viaje musical en el tiempo que segmentó las casi cinco décadas de forma muy fluida, lograron demostrar el buen equipo de trabajo que concretaron para el concierto de celebración a su trayectoria musical.

El concierto Casi 50 años estuvo dividido en seis partes, en las que resaltaron las tres fases que ha tenido Haciendo Punto en Otro Son, incluidos los integrantes de esos periodos de la agrupación, dos segmentos de homenajes a los dos fundadores trascendidos y en la sexta hubo un junte de todos los artistas invitados, desde su fundación hasta la actualidad.   Musicalmente, cada uno de esos periodos, contó con la participación de los integrantes que relataron anécdotas, mientras que en la pantalla al fondo del escenario presentaron fotografías de sus distintas etapas, incluidas imágenes de esa época gestora de temas político-sociales sobre el acontecer en el suelo borincano que convirtieron en éxitos musicales.

El atinado diseño del concepto visual del Lcdo. Juan R. Ward Cid (Productor General), llevó a cada uno de los allí presentes a un viaje en el tiempo.  Ese archivo fotográfico transportó a la audiencia a diferentes instantes de la trayectoria de la agrupación, incluidos momentos históricos que se vivieron en Puerto Rico, cuyo resultado fue inmortalizar los eventos en composiciones que relatan las historias que grabó Haciendo Punto.  Los amantes de la fotografía tuvieron una fantástica combinación sensorial entre lo auditivo y lo visual.  El equipo de producción de Alexandra Fuentes, LLC cuidó cada detalle del espectáculo.

A las 8:11 de la noche comenzó la ambientación con la orquesta en una interpretación instrumental, mientras se reproducían imágenes de sus primeros discos, de la bandera de Puerto Rico colgada en la Estatua de la Libertad en Nueva York, de líderes políticos de la época y de manifestaciones en enfrentamientos con el cuerpo policiaco.  La extraordinaria orquesta estuvo acompañada del coro compuesto por una nueva generación vinculada a los fundadores, quienes estuvieron dirigidos vocalmente por Aidita Encarnación.  Ircamar García (hija de Irving García), Ileana Cruz (hija de José Paché Cruz), Katiria María Álvarez Latorre (hija de Josy Latorre) y Frankie Rodríguez que lleva años como corista de Haciendo Punto conformaron el coro.

Al culminar la introducción, entre el primero de los aplausos hicieron aparición en el escenario Nano Cabrera, Josy Latorre y Silverio Pérez, tres de los fundadores que junto a Irving García y Tony Croatto establecieron un hito en la música folclórica puertorriqueña, desde mediados de la década de los setenta para ofrecer el primer segmento musical de la noche.  El primero de los temas Ríe y Bosteza-Masa formó parte de los once temas del primer LP bajo en título Haciendo Punto en Otro Son que grabaron en 1976.

Un “buenas noches, ¿estamos entusiasmados?” fueron las palabras iniciales de Silverio Pérez como saludo a la fanaticada.  Le siguió la intervención de Josy Latorre con “Yo quiero saber cuántos de ustedes estuvieron en La Tea cuando Haciendo Punto empezó”, aludiendo al café teatro donde se gestó la agrupación, así como muchos otros artistas en la década de los setenta. De esa noche de estreno de Haciendo Punto, relató Silverio que allí estuvo el poeta nacional, Don Antonio Corretjer y su esposa Consuelo Lee Tapia escuchando sus versos musicalizados por Roy Brown que formaban parte de su primera producción.

El primer segmento incluyó los temas En la vida todo es ir, que al finalizarlo dieron un poco de la historia de cómo se conformó la agrupación y presentaron el coro.  Nano Cabrera relató que no tenía idea de lo que pasaba en esa noche del 30 octubre 1975 en La Tea, pues venía de un grupo de rock, mientras Silverio contó que, en ese mismo periodo, él cantaba en el dúo Silverio y Roxana en el bodegón de la Caleta. Allí fue donde conoció a Tony Croatto y dando génesis a una relación de amor y hermandad a primera vista. 

De los orígenes de Haciendo Punto, Silverio compartió que luego de conocerse, “Poco después, les estoy hablando semanas después, decidimos que íbamos a comprar unos terrenos juntos, por allá, en Caimito. Cada uno hizo su casa en una esquina de la loma y por la tarde, veíamos el atardecer, sentados en una piedra que había entre su casa y la mía, donde yo le cantaba canciones de Puerto Rico y él [refiriéndose a Tony Croatto] le cantaba canciones latinoamericanas.  Es ahí donde yo le sugiero llevar esa tertulia al café teatro La Tea.

Josy Latorre intervino para contar que le había preguntado a Silverio si conocía de algún evento musical donde ella pudiera cantar.  A los pocos días, encontró en su buzón una nota en que Silverio le expresó que tenía un proyecto musical con Tony Croatto y querían que ella fuera la voz femenina.  Tony Croatto llevó a Nano Cabrera para que tocara el bajo y Josy Latorre propuso a Irving García para la percusión de lo que se convirtió en Haciendo Punto en Otro Son.  “Esa noche del 30 de octubre de 1975, tuve la satisfacción de cantarle al público mi primera composición musical para el grupo” aludiendo a Ensillando mi caballo.  Fotografías y vídeos de los orígenes de la agrupación se proyectaban en la pantalla. 

Cerraron el primer segmento con un homenaje a los Cantares Latinoamericanos, en la que cada uno, comenzando con Latorre, Cabrera y Pérez tuvieron un fragmento por separado y luego se unieron en una sola voz en el cantar a la nación hispanoamericana. Imágenes de las luchas de la UPR, otras tantas alusivas a las manifestaciones realizadas en protesta del servicio militar obligatorio (ROTC), de Mercedes Sosa y las del entierro de la estudiante de la UPR-RP que fue asesinada en manos de la policía Antonia Martínez Lagares, también conformaron parte del despliegue visual.

El segundo segmento comenzó con un cambio en el escenario, pues Silverio se quedó solo, buscó una silla y relató detalles de la convulsión social-política que se vivió en la década de 1970 y de cómo también sirvió de gestión cultural y de cambios personales.  Detalló cómo en 1978, Irving y Josy, aspiraron a continuar sus carreras fuera de Puerto Rico y Nano y Tony habían seguido otros caminos.  Silverio tuvo que rediseñar el proyecto musical de Haciendo Punto, que “para efectos históricos aquí, le llamaremos El Otro Son, que, al día de hoy, lo integran Orlando Laureano (cuatro), Mickey Alvarado (percusión 1), Rafy Merino (batería), Paché Cruz (se integró con el tres cubano y también tocaba el piano), Iván González (bajo) quién aceptó el reto de coordinar la agrupación y Nana Latorre en la flauta y otros instrumentos musicales. 

Les llegó la invitación para presentarse en el Festival de la Juventud y Los Estudiantes en La Habana, Cuba de 1978.  En Cuba, Nana Latorre relató que se encontraron con el percusionista y cantante Jorge Arce y con Nena Rivera que le otorgó al grupo su fuerte presencia escénica.  También le dieron la bienvenida al escenario a Diana Sirak, quién se incorporó a la agrupación en 2015.  El nuevo despliegue visual proyectó fotografías de presentaciones de ese periodo junto a las imágenes de promociones de los lugares donde llegó la agrupación en y fuera de Puerto Rico. 

Continuó el espectáculo con Melodía en el caño, un arreglo musical de Jorge Arce basado en el cuento de José Luis González “En el fondo del caño hay un negrito”, que puso a gozar a la audiencia al ritmo de la plena. Para el siguiente tema, Silverio Pérez relató que Pablo Milanés había confesado que de todas las interpretaciones de la versión de Yolanda, la que más le gustaba era la de Haciendo Punto. Continuó el tema Moriviví, compuesto en 1980 por Jorge Arce, en el año que Silverio salió del grupo a cumplir con otros compromisos profesionales.

Con el tema instrumental Caribe o Fin de fiesta realizaron la presentación de los músicos bajo la dirección musical del pianista Ángel D. Mattos, quién realizó un extraordinario trabajo al liderar la orquesta cuya ejecución fue estupenda.  En los vientos estuvieron: Adriano Pancaldi (sax alto), Ricardo Pons (sax tenor), Efrén Rodríguez (trompeta), Eliud Cintrón (trombón), Holy Marden Cruz (flauta).  En las cuerdas les acompañaron: Diana Sirak (cuatro venezolano), Jorge Rodríguez (bajo), Orlando Laureano (cuatro), Paché Cruz (guitarra y tres) y Víctor Echevarría (guitarra).  En la percusión: Héctor Mattos (batería), Mickey Alvarado (percusión 1), Waldemar (percusión 2) y Rafy Merino (batería). El percusionista Yahuba García (sobrino de Irving García) ejecutó el tema homónimo que le compuso su tío y quién le heredó gran parte de los instrumentos musicales.  Hay que resaltar que la orquesta realizó un exquisito trabajo.

El tema seleccionado para ese Punto Final en el tercer segmento fue la composición del poeta nacional Juan Antonio Corretjer, musicalizado por Roy Brown: Oubao Moin, que contó con la excelsa interpretación de José Vega Santana (Remi).  El cuarto segmento fue un homenaje recordando a Irvin García.  Oda a una generación y el momento emotivo de la invitación a Ircamar García, hija de Irving García,  a cantar el tema Yahuba, mientras Yahuba tocaba la percusión. En Los caminos cantaron José Vega Santana (Remi) y Katiria María y se despidieron del segmento con Si yo no hubiera nacido con Paché Cruz en el tres, mientras Ileana y Frankie estaban en las voces.

La figura de Tony Croatto fue importante para Haciendo Punto, por lo que le dedicaron el quinto segmento.  A tal efecto, invitaron a Alex Croatto para interpretar junto al grupo el tema Yo habito una tierra luz. En Arrímese mi compay, Alex Croatto y Silverio cantaron solos. Para despedir el segmento, Silverio Pérez pidió una guitarra y junto a Alex Croatto, interpretaron el divertido tema El tango di vestimenta interiori (El calzoncillo), grabado en son de broma en el estudio Artomax, sin que Tony lo supiera y que fue incluido en la grabación. Para cerrar el homenaje a Tony Croatto, cantaron un meddley de sus temas icónicos que fueron grabados y dedicados A Tony con amor, al momento de su fallecimiento.

El sexto segmento contó con un “junte afortunado” como le dijo Miguel Ángel en La Tea, en el que se integraron todos los invitados para ofrecer un magnífico cierre del concierto con los temas Agüeybaná, Verde Luz, la composición del recientemente fenecido Antonio Cabán Vale “El topo”, que el pueblo puertorriqueño ha convertido en himno, Vida campesina y se despidieron con La Muralla

Después de 21 temas en dos horas y doce minutos de concierto, el público estaba sumamente satisfecho de haber presenciado esa gran celebración de los Casi 50 años de Haciendo Punto en Otro Son.  El año entrante celebrarán los 50, así que veremos que otro “junte afortunado” se inventarán para festejar sus cinco décadas.