Por: Bella Martínez
El 30 de septiembre de 2023, día en el que Héctor Lavoe hubiese cumplido 77 años, exactamente a las 8:05 de la noche, hora de Puerto Rico, Michael Stuart dio por iniciado el musical ¿Quién mató a Héctor Lavoe? personificando al presentador Polito Vega. Esa primera escena recreó los inicios de ¨El Cantante¨ en el siempre recordado club nocturno “El Corso” de Nueva York.
La obra, escrita por Pablo Cabrera y dirigida por Raúl Carbonell, quien también personificó a Héctor Lavoe; contó con las impecables actuaciones de Denise Quiñones, Michael Stuart, Víctor Santiago, Wanda Sais, Luis Obed Velázquez, Zaied Vélez y Héctor Beltrán Zayas. Los actores complementaron la presencia histriónica y musical del multifacético Carbonell, quien ya había realizado 88 presentaciones del musical en Nueva York. Con la interpretación de Lavoe, Carbonell ganó el premio ACE como mejor actor que otorga la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York. En esa primera función vimos que el protagonista es un cantante que actúa con contundencia y es un actor con excepcional calidad vocal.
El acompañamiento musical de Raúl Carbonell se dio bajo la dirección musical del maestro pianista, arreglista y productor Isidro Infante, quien a su vez se acompañó de los maestros Efraín Hernández en el bajo, Antonio “Coqui” Marrero en las tumbadoras, Edwin Clemente en el bongó y Eliut Cintrón en el trombón. Cabe mencionar que Eliut lució sus dotes histriónicos personificando con maestría al también maestro del trombón, Willie Colón. El primer tema con el que el ensamble musical impresionó a la audiencia fue ‘El Cantante’. Minutos más tarde, sonó ‘Paraíso de dulzura’, en el que destacaron los coros y la coreografía.
La interpretación del bolero ‘Tus ojos’ dejó clara la calidad vocal de Raúl Carbonell. ‘La murga’ y ‘Hacha y machete’ energizaron a los asistentes, quienes escucharon una orquesta de cinco músicos que sonó “a lo grande”. ‘Qué bien te ves’ incluyó un magistral segmento de cuatro puertorriqueño a manos de Juan Nieves.
El tema de las drogas fue manejado con mucho cuidado y objetividad. Si no hubiera sido por el diálogo alusivo al momento en el que un colega cantante y Lavoe se iniciaron en el mundo de los estimulantes, aventurándose a “probar”, el asunto hubiera pasado casi desapercibido.
‘Triste y vacía’, ‘Periódico de ayer’, ‘Piraña’, ‘Todo tiene su final’, ‘Mi gente’, ‘El rey de la puntualidad’, ‘Felices horas’ y ‘El Todopoderoso’ sonaron poco antes de que el disparo que detonó para fulminar la vida de Héctor, Jr. le diera el giro culminante al guion del musical.
Otra escena digna de mención es la que recreó el momento en el que se comenta la noticia de Lavoe debatiéndose entre la vida y la muerte; tras caer desde el noveno piso de un hotel del Condado, en Puerto Rico. La interpretación de Carbonell logró dejar la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce en completo silencio, poco antes de que la escena de aquel lamentable concierto en el que Héctor Lavoe se reencuentra con las Estrellas de Fania en Puerto Rico sumiera a la concurrencia en una profunda tristeza.
Finalmente, la escena de la muerte, sucedida por una rumba que llamaba a repetir el pregón “Lavoe no morirá” sirvió de antesala al cierre de la obra, que dio contexto a la canción ‘La Fama’. El elenco despidió a la concurrencia a son de ‘Che-che-colé’, dejando claro que el musical está a la altura de cualquier teatro del mundo; no solo porque haya sido en Broadway donde se estrenó hace años.